06 febrero, 2025

Federico Leicht | El destacado periodista uruguayo estará en LiberArte: “El sistema político tradicional destruye a la juventud”

Federico Leicht, el periodista y escritor uruguayo estará este 12 de noviembre en LiberArte. Leicht, se ha convertido en una de las plumas más críticas del sistema político y social del Uruguay: Desde el relato de “igualdad”, hasta los gastos millonarios de un gobierno que habla de libertad pero gobierna para la izquierda. Data24 habló con el...
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Federico, por primera vez Uruguay va a contar con un evento liberal y de derecha importante… ¿Qué aporta un acontecimiento como LiberArte?

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Acá en Uruguay no pasan muchas cosas y esta iniciativa de Sergio Grozstein es muy valiente, muy jugada, porque acá muchas veces le buscan el pelo al huevo, de “ah no pero viene mengano, a ese no me lo banco”. Siempre están buscando a ver quién no, cuando en realidad a lo que hay que apuntar es a la aglutinación, decir “bueno, es la primera vez que vamos a tener esta instancia en Uruguay, tenemos que estar ahí” y es muy difícil lidiar con eso. Pero bueno, sin dudas para mi es un tremendo hecho político y cultural, hay que disfrutarlo, es una fiesta.

Uruguay es un país muy chico, muy provinciano. Eso tiene muchas cosas buenas y muchas malas. Entre las malas está el hecho de que nos conocemos todos o pensamos que nos conocemos todos, entonces eso determina que muchas veces no existan liderazgos, a causa de que “¿cómo fulano va a ser líder si yo lo conozco del colegio?”, “¿cómo mengano  puede llegar a ser el referente cultural si yo me tomaba una con el  tío del primo del hermano? Yo los conozco”. Entonces, esta instancia en la que viene gente de afuera que conocemos pero por la vida de las redes, va servir como motivador para que la gente se una porque creo que, al ser una sociedad tan pequeña, es una sociedad muy fracturada y eso determina que no se logre una unión en lo que es o podría denominarse los movimientos liberales en Uruguay.

Entonces, es una excelente oportunidad para que nos juntemos todos por la vía de los invitados que vienen, que tienen un peso a nivel Río de la Plata y Latinoamérica muy importante, para que podamos entender que el factor principal es la unión a pesar de que, por supuesto, somos todos liberales, por lo tanto, tenemos un componente individualista muy grande.

– ¿Qué temas vas a exponer en el evento? 

Yo tengo una instancia con Karina Mariani, una periodista argentina. Yo colaboro con Faro Argentino, un medio de allá, y ella colabora con Mala Espina, que es un programa de radio que hago yo acá. Entonces, nuestra idea es encarar esos 40 minutos que tenemos de charla con un enfoque más periodístico. Creo que hay un enfoque político, un enfoque cultural, y dentro de este el factor periodístico, o de lo que es la información, es un elemento muy importante que muchas veces es desprestigiado o no es tomado en cuenta en función de que tanto los medios hegemónicos como las propias redes sociales, hacen que los contenidos periodísticos, que tienen una clara intención libertaria, se pierdan en ese barajo de información. 

Federico Leicht y Karina Mariani se presentarán en LiberArte el próximo 12 de noviembre, donde darán una charla con enfoque periodístico

– ¿Cómo está Uruguay con lo que respecta a la batalla cultural?

En pañales. La batalla cultural está en pañales en Uruguay, somos pocos los que venimos dándola desde hace unos años. Si bien hay gente de otra generación y que entendió esa batalla hace mucho tiempo, en Uruguay todavía falta un poco de comprensión de lo que es y lo que significa la batalla cultural. Muchas veces se confunde la lucha cultural con la intención política o con el voluntarismo. Es importante que entendamos en instancias como LiberArte cuál es el camino, por donde es. Insisto, creo que hay que unir voluntades, más allá del individualismo, tenemos que bregar por la unión y desterrar el divisionismo de esta lucha; entender que estamos peleando contra un poder que es hegemónico, que es la cultura dominante, que el único factor que tenemos es la unión, sino nos pasan por arriba. Nos están pasando por arriba, la batalla cultural la venimos perdiendo por paliza.

– Argentina vive un periodismo obsecuente a la corrección política, ¿y en Uruguay?

Para que te hagas una idea, nosotros muchas veces vemos al periodismo argentino como una referencia, así que hacete una idea de lo pésimamente mal que estamos, de lo atrás que estamos. 

Para empezar, en Uruguay no hay periodismo. No hay periodismo de investigación, hace muchísimos años que desapareció. Creo que estos dos años y medio de Covid, pandemia y todo lo demás, fueron determinantes para que el propio periodismo se cavara una tumba y se enterrara para siempre. Hablo del periodismo institucional que responde al poder político y a la partidocracia, el que vive del Estado. 

“En Uruguay no hay periodismo”- Federico Leicht.

Por otro lado, han surgido, por suerte, varias voces que, si bien no entran dentro del esquema del periodismo profesional, sí por lo menos tienen la intención de vereda cultural. Lo que estaría faltando para complementar eso es el factor investigación, darle un toque de profesionalismo a esa nueva vertiente periodística. El problema es que eso necesita financiación, necesita dinero. Sin plata no se puede investigar, esa es la verdad. Y bueno, nos están faltando iniciativa, medios y gente también que esté dispuesta a apoyar ese tipo de proyectos.

– ¿Cómo responde el gobierno de Lacalle Pou a la agenda globalista? 

A pies juntillas, Lacalle es un peón del globalismo, un peón de la Organización de las Naciones Unidas. Tuvimos tres gobiernos de izquierda antes del de Lacalle y en estos dos años y medio, que justo coincidieron con la pandemia, y en este período, por ejemplo, todo el presupuesto y dinero público que se vierte en políticas de género, se ha multiplicado. Por ejemplo, todo lo que es políticas de derechos humanos globalistas, es decir, que tienen que ver con dictámenes internacionales que van en contra de lo que es la voluntad popular, como el tema de los militares que allá se resolvió con las juntas, acá se resolvió con una Ley de Caducidad. Esa se refrendó dos veces en las urnas por parte de la ciudadanía, sin embargo, el gobierno de Lacalle la desconoce y en estos dos años y medio han ido una centena de militares presos por la vía de la fiscalía que depende directamente de la presidencia de la república. 

Leicht asegura que el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, es “un peón del globalismo”.

Entonces, en ese sentido, es un gobierno que aparentemente no tiene carácter ideológico, pero que claramente es un gobierno agendista, de corte absolutamente globalista, que responde a los intereses de izquierda. 

– ¿Cómo está el liberalismo en Uruguay?

A nivel cultural, muy influenciado por lo que está pasando ahí (en Argentina). Es decir, la figura de Milei trajo la mileimanía, pero que se expresa en términos muy superficiales, o sea, en las redes sociales tenes la presencia de muchísimas “viboritas”, un montón de gente opinando, pero después en la vida y en los hechos, cuando hay que juntarse -por ejemplo, cuando nos juntamos a protestar contra las medidas liberticidas que impuso Lacalle Pou por la pandemia- la gente no acude

En Uruguay, se puede observar el movimiento liberal en redes sociales, pero cuando hay que juntarse la gente no acude.

Tenemos un proto-partido libertario en formación desde hace muchos años que no termina de definirse, que también tiene posturas a veces un poco tibias en relación a temas que son fundamentales que tienen que ver con las libertades individuales. Además, es un movimiento que a veces peca de un exceso de purismo desde el punto de vista ideológico, el debate si Rothbard dijo, si Mises dijo, si Fulano, que la Escuela Austríaca… bueno, en fin, cosas que se dan de cabeza con lo práctico que, lamentablemente, yo creo que le hacen muy mal a lo que es un movimiento político.

Entonces, falta una pata política y eso tiene que ver también con la ausencia de liderazgos y esa ausencia de liderazgos tiene que ver un poco con lo que dije al principio.

– La Justicia te persiguió por dar la batalla, ¿que te lleva a seguir dando la batalla cultural?

Mirá yo soy periodista desde hace 25 años y he ido a la Justicia en múltiples oportunidades por distintas cosas: ya sea por denuncias al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros; por denuncias al gobierno; por decir que una intendencia frenteamplista responde a intereses comunistas; por no usar tapabocas para votar, cuando la mitad del sistema político acudió sin tapabocas el día del plebiscito de la Ley de Urgente Consideración. 

“A veces me cuestionan mis actitudes de rebeldía o de lo que fuera, pero yo no estoy jugando a ser el niño rebelde, lo que estoy es tratando de marcar la cancha”- Federico Leicht.

A veces me cuestionan mis actitudes de rebeldía o de lo que fuera, pero yo no estoy jugando a ser el niño rebelde, lo que estoy es tratando de marcar la cancha desde el punto de vista de lo que son mis derechos y, sobre todo, mi libertad individual y eso, en un pueblo chico y una sociedad muy hipócrita donde la corrección política impera, se ve muchas veces como que soy la ovejita negra que está jugando a tirar de la piola. Y sí, se trata de tirar de la piola, porque se trata de marcar cuál es el límite para el poder del Estado, que en Uruguay es un poder muy fuerte, la sociedad uruguaya es estatista, es una sociedad que responde a una lógica de exceso de respeto a lo que es la autoridad y el rol del estado. Entonces, pelear en esas pequeñas cosas puede parecer a veces un capricho pero en realidad de lo que se trata es de dar un mensaje.

– ¿Qué mensaje podes darle a los liberales que no se animan a dar la batalla cultural?

Primero que nada, que se alejen del sistema político tradicional, porque en general los copta, el sistema político, la partidocracia. Ese es el consejo principal: tenemos que alejarnos de la política tradicional. Nosotros somos libertarios y no somos iguales desde el punto de vista político, no podemos conformarnos con entrar al sistema político. 

Primero hay que romper lo que está mal con ese sistema y de eso se trata la batalla cultural, por eso está primero. Pero tratar de “colarse” en este sistema por la vía de una opción electoral libertaria, en Uruguay hoy, con lo que tenemos, va a conducir indefectiblemente a un “macaco” que nos va a decepcionar a todos, nos va a ridiculizar y le va a hacer muy mal al movimiento libertario. No tenemos un Milei, pero no lo tenemos porque no estamos preparados como sociedad para tenerlo. 

Leicht señala que, primero, los liberales debemos alejarnos “del sistema político tradicional”.

Por lo tanto, el proceso en el que estamos es diferente al de Argentina, quizás estamos cinco años atrás, con Lacalle es como si estuviéramos viviendo el macrismo. Acá en dos años y medio va a volver el Frente Amplio porque este gobierno está haciendo todo para que vuelva la izquierda. Entonces en este proceso que tenemos, que es a siete años, tenemos que entender y sentarnos a trabajar en el aspecto cultural, romper la hegemonía cultural de la izquierda, eso significa, romper con la partidocracia. Eso implica tratar de buscar las coordenadas que nos lleven a poder combatir el sistema político desde adentro, pero no desde adentro de los partidos, que eso es muchas veces lo que termina coptando y llevándose a los militantes o a los que pueden tener intereses en las ideas de la libertad.

Karin Leiva

Política Nacional, Interior y Economía kleiva@data24.com.ar

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Disney anuncia el fin de la agenda progre en su contenido

Disney, atravesada por una crisis de reputación, decidió tomar caminos separados respecto a las políticas de diversidad e inclusión que mantenía desde 2020. “Nuestra misión principal será entretener y vender entradas. No nos guiaremos por ninguna agenda”, afirmó el directivo a días de la toma de posesión de Donald Trump. La decisión fue acompañada con la eliminación de una trama sobre un atleta trans en la serie animada Ganar o perder, bajo el argumento de que muchos padres prefieren abordar estos temas con sus hijos según sus propios valores.

Fracasos comerciales como La Sirenita, The Marvels y She-Hulk, entre otras producciones que apostaron a temáticas de género, identidad y diversidad racial, derivaron en un desplome del 25 % en el valor bursátil de Disney durante los últimos cinco años. Esta situación llevó a los directivos de la compañía a replantear su estrategia de contenido, relegando el activismo a un lugar secundario en sus prioridades. “Buscamos reconectar con una audiencia más amplia”, señaló el CEO, Robert Iger.

– Robert Iger

No solo los fracasos de taquilla o audiencia explican la situación de la compañía. Iger acordó con Donald Trump el pago de un millón de dólares, además de una donación de otros 15 millones para la futura biblioteca presidencial del exmandatario, tras una demanda presentada contra ABC News. La demanda surgió por declaraciones del presentador George Stephanopoulos, quien aseguró que Trump había sido “responsable de violación” de la escritora E. Jean Carroll, contradiciendo el fallo de un jurado de Nueva York que lo declaró culpable de “abuso sexual”.

El giro en la estrategia de Disney también responde a cuestiones políticas, como las críticas del gobernador de Florida, Ron DeSantis, hacia el anterior CEO de la compañía, Bob Chapek, por su oposición a una ley estatal que prohíbe discutir temas de identidad sexual en las aulas. DeSantis llegó a centrar parte de su campaña en ataques contra la empresa, una postura inusual para un candidato republicano, según destacaron fuentes del diario.

La compañía decidió alinearse con el movimiento woke tras las protestas desencadenadas por el homicidio de George Floyd el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Estados Unidos. En ese contexto, los ejecutivos de entonces buscaron reforzar su compromiso con la diversidad y la inclusión, apostando a generar un cambio real mediante medidas como la censura y la cancelación. Los primeros intentos de reflejar estos valores se vieron en películas como Lightyear y Strange World, que incluyeron personajes LGBTQ+. Además, introdujeron cambios en tradiciones de parques como Magic Kingdom, donde el clásico saludo de “damas y caballeros, niños y niñas” fue reemplazado por una fórmula más neutral: “soñadores de todas las edades”.

Más allá de este cambio de enfoque, desde el seno de la compañía se asegura que no se abandonarán los valores de representación cultural y social. Por su parte, Iger remarcó que las historias deben conectar con un público diverso: “El público es muy variado, y debemos ser cuidadosos para no dividir a nuestra audiencia”, explicó. Disney busca volver a ser el líder del entretenimiento global con un enfoque fuera de polémicas que buscará unir a los espectadores.

Redacción

info@data24.com.ar

Activistas climáticos profanaron la tumba de Darwin en Londres

En un nuevo acto de agresión al patrimonio cultural, integrantes de la organización Just Stop Oil llevaron a cabo un acto disruptivo que consistió en pintar con aerosol la lápida de Charles Darwin, ubicada en la Abadía de Westminster en Londres. Los activistas pintaron con aerosol naranja la inscripción “1,5 está muerto” sobre la lápida del destacado científico británico, en alusión al límite crítico de 1,5 grados Celsius de calentamiento global, superado por primera vez en 2024. Este mensaje pretendió subrayar el fracaso de las políticas climáticas para mantener las temperaturas dentro de un rango seguro para el planeta.

El ataque ocurrió este lunes y fue perpetrado por dos mujeres identificadas como Alyson Lee, de 66 años, y Di Bligh, de 77, quienes fueron arrestadas por causar daños criminales. Ambas mujeres, vinculadas al movimiento ambientalista, expresaron que su acción buscaba alertar sobre la inacción gubernamental frente al cambio climático. Lee declaró a los medios: “Estamos intentando que el gobierno actúe frente al cambio climático, pero no están haciendo lo suficiente”.

El ataque generó una fuerte indignación entre la opinión pública debido a la naturaleza vandálica de la acción y al hecho de que se perpetrara en un sitio histórico de alta relevancia cultural y científica. La Abadía de Westminster, conocida por su importancia histórica, alberga las tumbas de figuras prominentes como Isaac Newton, Stephen Hawking y el propio Charles Darwin, además de ser sede de coronaciones y bodas reales. Los activistas interrumpieron la tranquilidad del lugar y dejaron aerosoles junto a la tumba tras escribir el mensaje. La frase aludía al umbral climático de 1,5 grados Celsius, considerado un límite crucial para evitar efectos catastróficos del cambio climático. Según los activistas, Darwin “se revolvería en su tumba” al observar la situación actual.

Sin embargo, la acción despertó una fuerte condena debido a su naturaleza vandálica y la elección de un sitio histórico como escenario de “protesta”. Los guardias de la Abadía, presentes en el momento del incidente, no lograron evitar el ataque, que fue registrado por visitantes y compartido ampliamente en redes sociales.

Este episodio no es un caso aislado. Just Stop Oil, fundada en 2022, es conocida por sus manifestaciones disruptivas que buscan presionar al gobierno del Reino Unido para que detenga la exploración de petróleo y gas. El grupo ha protagonizado otros actos similares, como el daño a obras de arte icónicas en museos de Europa, incluyendo “Los girasoles” de Vincent van Gogh en la National Gallery de Londres y “La maja vestida” de Francisco de Goya en el Museo del Prado en España.

En 2024, dos miembros del grupo también vandalizaron las piedras de Stonehenge con pintura en polvo naranja. En todos los casos, los responsables fueron arrestados bajo cargos de alteración del orden público y vandalismo.

La Policía Metropolitana de Londres confirmó que las detenidas fueron trasladadas a una comisaría central, donde permanecen bajo custodia. Un portavoz de la Abadía declaró que los daños no serán permanentes y que las puertas del templo permanecerán abiertas para los fieles y visitantes.

Mientras tanto, la organización Just Stop Oil defendió las acciones de sus integrantes, argumentando que los verdaderos culpables son quienes promueven la explotación de combustibles fósiles. En un comunicado, lamentaron que “se les prohíba el derecho a protestar mientras los verdaderos criminales siguen libres”.

La frase “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”, escrita por Darwin, adquiere una irónica relevancia en este contexto. Mientras los activistas buscan concienciar sobre la crisis climática, sus métodos generaron controversia por dañar patrimonios culturales y obras de arte. 

Redacción

info@data24.com.ar

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