Desde hace unos días, puntuales periodistas venimos poniendo el foco sobre los inquietantes conceptos que referentes del kirchnerismo refrendan respecto del trabajo de la prensa independiente.
Las quejas son pertinentes, toda vez que los gobiernos de Néstor y Cristina -especialmente en la última etapa- han avanzado de manera asfixiante sobre el trabajo del periodismo no alineado a ellos.
Sin embargo, los aprietes a los cronistas no son potestad solo de los K: desde todos los espacios partidarios, en algún momento, a alguien se le “salta la chapita”. Y esos actos deben ser repudiados tanto o más que los que supo refrendar el kirchnerato.
Por caso, en las últimas horas, el diputado de Juntos por el Cambio Eduardo Amadeo maltrató públicamente al cronista de C5N Lautaro Maislin.
No solo lo calificó de “rata” y de “insolente”, sino que además amenazó con golpearlo si no dejaba de hacerle preguntas: “Le voy a dar una piña en 30 segundos”, disparó.
El hecho no es reciente, sino que ocurrió este martes, en el marco de la reunión de gabinete ampliado que los salientes funcionarios del gobierno de Mauricio Macri tuvieron en el CCK. No obstante, no deja de ser repudiable.
Eduardo Amadeo amenazó a un periodista
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Curiosamente, a pesar de la elocuencia de las imágenes, lo ocurrido no tuvo repercusión en grandes medios, como Clarín o La Nación.
Tampoco hubo condena alguna por parte de referentes de Cambiemos ante la actitud referida. Aun cuando el propio Amadeo decidió redoblar la apuesta y culpar a la víctima para intentar justificar su actitud deleznable. “Nos agredió a Laura Alonso y a mí”, posteó en su cuenta de Twitter sin ponerse colorado. Típico de violento de manual.
¿Qué decir ante algo semejante? ¿Qué puede agregarse ante la evidente doble vara que se usa para juzgar este tipo de actitudes, dependiendo de los actores que aparecen involucrados?
Da bronca, porque uno es hombre de prensa y empatiza con el colega agredido. Pero más aún decepciona, porque el periodismo ha optado por hacer mutis por el foro solo por una cuestión ideológica y partidista. Así nos va.
*Fuente: Tribuna de Periodistas