Por la crisis económica, en PBA ya hay más de 200 Escuelas Privadas al borde de la quiebra y 30 en riesgo de cierre
Las escuelas privadas de Buenos Aires atraviesan una situación crítica. La morosidad promedio alcanza el 25%. Los incrementos salariales y aranceles no superan al 311% de inflación registrada entre 2021 y 2023.
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La Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Buenos Aires (AIEPBA) informó que unas 200 escuelas privadas —con y sin aporte estatal— de esa provincia enfrentan dificultades financieras críticas, otros 30 establecimientos educativos se mantienen en riesgo de cierre.
Los niveles de morosidad, aseguran, ronda el 25% en promedio. La incertidumbre y la crisis agrava la preocupación de los privados de cara al ciclo electivo 2024. Un considerable número de colegios privados bonaerenses nucleados en AIEPBA —integrada por aproximadamente 10.000 alumnos, 1.100 docentes— señalaron que “lamentablemente venimos advirtiendo esta situación antes de las vacaciones de invierno. Hicimos un relevamiento y marcó que cientos de colegios están con seria dificultades económicas y financieras”. Durante los últimos días, dos colegios del conurbano anunciaron que cerrarán sus puertas el año que viene por éstas razones, afectando, con su medida, a más de 1.000 familias bonaerenses.
Conmoción en la comunidad educativa tras los cierres
Ayer, la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Buenos Aires informó un nuevo aumento del 11% que se verá impactado en la cuota de noviembre.
Según los relevamientos de la entidad, entre diciembre de 2021 y octubre de 2023 la inflación fue del 311%, los incrementos salariales que se dieron en paritarias acumularon 364%, mientras que los aranceles subieron 268%. El último incremento fue autorizado en septiembre y fue de un 5,4% sobre la cuota de agosto y a esto debió sumarse una autorización previa realizada por el gobierno bonaerense del 9% —14% para dos meses con inflación más alta—.
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La calificadora de riesgos Moody’s anunció este miércoles un aumento en las calificaciones crediticias de Argentina en moneda local y extranjera, reflejando avances en la previsibilidad y consistencia de la política económica implementada por el gobierno de Javier Milei. La calificación en moneda local pasó de B3 a Caa1, mientras que la correspondiente a moneda extranjera subió de Caa1 a Caa3. Estas mejoras se deben, según Moody’s, a una serie de reformas que redujeron rápidamente los desequilibrios fiscales y monetarios que alimentaban una inflación crónica.
El informe resaltó que las medidas adoptadas por el gobierno de La Libertad Avanza promovieron un “papel reducido del Estado en la economía y políticas menos intervencionistas”, lo que a su vez disminuye los riesgos de transferencia y convertibilidad en caso de un default soberano. Entre estas políticas se incluyen la eliminación de restricciones a los pagos transfronterizos y la convertibilidad del tipo de cambio, que han contribuido a aumentar la disponibilidad de liquidez en moneda extranjera, aunque la cuenta de capital sigue siendo poco abierta.
A pesar de estos avances, Moody’s dejó claro que estas mejoras no implican un cambio en la calificación soberana del país, que permanece en Ca. Esto refleja las limitaciones estructurales que enfrenta Argentina, como la inestabilidad de la balanza de pagos externa y las reservas netas negativas del Banco Central, actualmente estimadas en USD 1.300 millones.
Moody’s también explicó que “los techos país siempre superan la calificación soberana porque representan los límites para emisores privados como empresas y bancos”. Este ajuste permite a emisores locales obtener mejores condiciones de financiamiento, pero no elimina los riesgos asociados a la deuda soberana.
En el mercado financiero, el índice líder S&P Merval alcanzó máximos históricos, aunque cerró con una caída del 1,97% debido a una toma de ganancias. Por otro lado, el Banco Central mantiene el peso mayorista en torno a las 1.036 unidades por dólar, en un contexto de restricciones cambiarias. Javier Milei negó que exista un “atraso cambiario” y atribuyó la apreciación del peso al equilibrio fiscal, aunque economistas como Christian Buteler advirtieron que los costos relativos siguen incentivando la producción en el extranjero.
El Gobierno enfrentó este jueves un vencimiento de deuda por USD 4.341 millones, correspondiente a bonos reestructurados en 2020. Aunque las reservas netas están en terreno negativo, el mercado confía en que el Tesoro cumplirá con esta obligación gracias a la reciente obtención de un crédito Repo por USD 1.000 millones. Este instrumento financiero, diseñado para mejorar las expectativas de financiamiento, contribuyó a que el riesgo país bajara por debajo de los 600 puntos, un nivel no visto desde agosto de 2018.
Finalmente, Moody’s destacó que, aunque las políticas económicas actuales han mejorado la previsibilidad y reducido ciertos riesgos, persisten importantes desafíos estructurales. Recomponer las reservas internacionales y mantener una política fiscal estricta será crucial para avanzar hacia la eliminación del cepo cambiario en 2025 y evitar posibles inestabilidades cambiarias. Estos esfuerzos serán determinantes para consolidar los avances logrados y garantizar la sostenibilidad de las reformas a largo plazo.
El llamado oficial quedó formalizado a través de la resolución 74/2025 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), publicada en el Boletín Oficial. La medida del Ejecutivo busca abordar las tarifas aplicadas por los transportistas de energía de alta tensión en el marco de la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT). Empresas como Transener, Transba (provincia de Buenos Aires), Transpa (Patagonia), Distrocuyo, EPEN (Neuquén), Transnea, Transnoa y Transcomahue presentarán sus propuestas y tendrán hasta diez minutos para exponer sus argumentos en busca de incrementos tarifarios y la garantía del servicio. En contraparte, funcionarios, legisladores y representantes de organizaciones de defensa de los consumidores contarán con cinco minutos cada uno para expresar sus posturas.
El encuentro se llevará a cabo el 25 de febrero a partir de las 8:30 de manera virtual. Además, contará con una transmisión en streaming a través de YouTube, según el sitio oficial del organismo (el link de acceso se publicará dos horas antes).
La audiencia estará abierta al público. Cualquier persona física o jurídica, de carácter tanto público como privado, deberán acreditar interés o derecho en el tema. La inscripción debe realizarse previamente en el Registro de Participantes a través de la página web del ENRE. El período de inscripción será del 8 al 22 de febrero.
Antecedentes, recortes y tarifas “focalizadas”
La Revisión Tarifaria Integral (RTI) más reciente fue en 2016, cuando se fijaron las tarifas para el período 2017-2022. Sin embargo, dicho esquema se incumplió producto de la crisis económica de 2018. Ahora, el Gobierno busca definir un nuevo marco tarifario, mientras avanza con la revisión del sector del gas, cuya audiencia pública está programada para el 6 de febrero.
En simultáneo, el Gobierno recortó 38% los subsidios a la energía en 2024. A pesar de esa baja, el Estado todavía cubre más de la mitad del costo de la electricidad. Los datos, aportados por el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-CONICET), arrojan que los hogares de ingresos medios (N3) actualmente reciben una bonificación del 59% sobre un bloque de consumo reducido a 250 kWH mensuales, mientras que los de menores ingresos (N2) cuentan con un subsidio del 74% para ese mismo bloque.
En paralelo, la gestión del presidente Javier Milei prevé implementar en mayo una “tarifa focalizada”. La iniciativa contempla cambios en el esquema de subsidios vigente desde 2022, que actualmente se divide en tres niveles: ingresos altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). El objetivo de esta reforma sería reforzar la asistencia a los sectores que más lo necesitan.
Los nuevos cuadros tarifarios entrarán en vigencia el 1° de abril y serán publicados el 31 de marzo. De acuerdo con el cronograma del ENRE, Edesur y Edenor tienen plazo hasta el 27 de enero para presentar sus propuestas en el marco de la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT). Al día siguiente, el 28 de enero, se oficializará la convocatoria a una audiencia pública, prevista para el 27 de febrero y que se realizará de forma virtual.
El Gobierno, encabezado por el presidente Javier Milei, comunicó a través de su vocero Manuel Adorni y del ministro de Economía Luis Caputo la reducción y eliminación de los derechos de exportación (DEX) para diversos productos agropecuarios. El anuncio incluyó la rebaja temporal de la soja, que bajó de 33% a 26%; de sus derivados (aceite y harina), de 31% a 24,5%; y de trigo, maíz, cebada y sorgo, de 12% a 9,5%. El girasol disminuyó de 7% a 5,5%. Además, se eliminaron de forma permanente los DEX para economías regionales que aún tributaban entre 2,5% y 5%, como azúcar, algodón, arroz y productos forestales.
La reducción comenzaría la próxima semana y se extendería hasta el lunes 30 de junio. Para acceder a estas alícuotas más bajas, los productores debían liquidar sus ingresos en el mercado de cambios en un plazo de 15 días tras presentar la declaración jurada de ventas de exportación (DJVE), aunque las exportaciones efectivas podrían concretarse más adelante.
La Mesa de Enlace, conformada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Coninagro y la Federación Agraria Argentina (FAA), consideró que la iniciativa representó “un paso positivo ‘en la dirección correcta’” para el campo. Al mismo tiempo, resaltó la necesidad de que la quita de retenciones sea definitiva. “Las retenciones son un tributo regresivo y perjudicial que debe ser eliminado de manera definitiva. Este impuesto ha sido históricamente un freno para el desarrollo del sector productivo. No es sostenible pedirle al productor que pague impuestos cuando ni siquiera logra cubrir los costos de producción”, expresaron en un comunicado conjunto.
Las entidades explicaron que venían advirtiendo “sobre una situación crítica para el sector agropecuario, que se agravó significativamente en las últimas semanas” por la baja de los precios internacionales, la sequía que afectó a cultivos de soja y maíz y la alta presión impositiva. Precisaron que el jueves anterior solicitaron públicamente un “alivio fiscal” y alertaron sobre la crisis que atravesaba la actividad. En ese mismo encuentro, acordaron pedir una reunión con el ministro Caputo, quien prometió recibirlos el 6 del mes próximo.
La Comisión de Enlace afirmó que “la eliminación de este impuesto no debe ser sólo una medida transitoria, sino un cambio estructural que garantice las condiciones para fomentar la inversión y el desarrollo genuino”. También recordó que “desde el año 2002, los productores agropecuarios hemos aportado más de 200.000 millones de dólares en retenciones”, y estimó que “ha llegado el momento de que esos recursos se transformen en inversión y trabajo genuino en las provincias que generan riqueza y empleo”.
En cuanto a las economías regionales, las cuatro entidades destacaron que “la eliminación de retenciones para productos de las economías regionales es una medida fundamental para cientos de productores que están asfixiados y necesitaban de este alivio”. Subrayaron, además, que “para potenciar al campo como motor económico del país es fundamental avanzar también en temas estructurales como la mejora de la infraestructura, la conectividad, la seguridad y otros aspectos que permitan consolidar el desarrollo sostenible del sector”.
Entre enero y diciembre de 2024, Argentina despachó un total de 89,3 millones de toneladas (Mt) de granos, subproductos y aceites vegetales desde sus puertos, lo que representó un incremento interanual del 60%.
Este volumen quedó 1% por encima del promedio de los últimos cinco años, aunque se ubicó 11 Mt por debajo del récord alcanzado en 2019 (100,5 Mt). El crecimiento ocurrió tras la fuerte recuperación de la cosecha agrícola, que pasó de niveles muy bajos en 2023 —producto de la sequía— a un total de 132 Mt en la campaña 2023/24.
Los granos despachados sumaron 52,5 Mt en 2024, un 62% más que el año previo, aunque 3% por detrás del promedio del último lustro. Los mayores incrementos se observaron en maíz (+12,3 Mt), trigo (+4,8 Mt) y soja (+2,1 Mt). “Estos tres cultivos dan cuenta del 96% de la recuperación en los despachos de granos, impulsados por una importante recuperación de la cosecha en términos interanuales”, señalaron los economistas Belén Maldonado, Emilce Terré y Julio Calzada, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En cuanto a los subproductos, los embarques alcanzaron 29,5 Mt, un alza del 56% frente a 2023 y 5% por encima del promedio de los últimos cinco años. El principal factor de crecimiento fue el mayor volumen de pellets de soja (+10,4 Mt), con aumentos adicionales en los despachos de pellets de girasol (+151.300 toneladas) y de trigo (+55.500 toneladas). Por su parte, los aceites vegetales registraron 7,2 Mt despachadas, un 60% más que en 2023 y 21% por encima del promedio. Nuevamente, el aceite de soja explicó casi toda la suba (+2,4 Mt), seguido por el aceite de girasol (+259.600 toneladas).
Las terminales del Gran Rosario —zona conocida como Up-River, que abarca desde Timbúes hasta Arroyo Seco— despacharon 67,7 Mt durante 2024, lo que significó un 60% más que en 2023 y equivalió al 76% de todos los envíos del país. La zona de San Lorenzo (Timbúes, Puerto General San Martín y San Lorenzo) explicó el 58% del total, mientras que las terminales de Rosario (Arroyo Seco, General Lagos, Alvear, Rosario y Villa Gobernador Gálvez) representaron el 18%.
La participación del Gran Rosario se ubicó por debajo del promedio del 78% registrado en la última década y lejos del máximo del 82% de 2009. “Esta menor participación tiene sentido considerando la aguda bajante del Río Paraná durante la segunda mitad de 2024, así como también el impacto de la chicharrita y las condiciones ambientales que golpearon con más fuerza a la producción del centro y norte del país”, indicaron los analistas de la Bolsa.
Los puertos de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, despacharon 10,8 Mt (12% del total nacional), mientras que Necochea/Quequén embarcó 7,6 Mt (9%). Zárate, Ramallo, San Pedro y Villa Constitución sumaron 3,1 Mt (3%). Por tipo de producto, las terminales del Up-River concentraron el 62% de los granos enviados, el 96% de los subproductos y el 93% de los aceites vegetales.
Entre las instalaciones con mayor volumen de despacho se destacó el puerto de ADM en Arroyo Seco, que embarcó 4,3 Mt de granos y se consolidó por tercer año consecutivo como el principal origen de este tipo de productos. En materia de subproductos, la planta Renova de Timbúes alcanzó 6,6 Mt y repitió el primer puesto del año anterior; también lideró en aceites, con 1,7 Mt. De ese modo, Renova sumó 10,5 Mt de embarques totales en 2024 y se erigió como la terminal con mayor volumen de productos agroindustriales despachados.
Más de la mitad (53%) de los granos, subproductos y aceites se destinaron a Asia.América recibió el 21%, Europa el 14%, África el 11% y Oceanía el 1%. Vietnam se mantuvo como el principal comprador global de los embarques argentinos en 2024, con 11,1 Mt (un alza del 109% frente al año anterior). China ocupó el segundo lugar, con 7,1 Mt (+56% interanual), y Perú el tercero, con 5,8 Mt (+45%).
Al discriminar por categoría, Vietnam lideró las compras de granos (7 Mt, +126%) y subproductos (4 Mt, +82%), mientras que India recibió la mayor parte de los aceites vegetales (3,2 Mt, +89%), el 45% del total despachado. De hecho, los aceites fueron el rubro más concentrado por destino, ya que los tres principales compradores (India, Bangladesh y Perú) agruparon el 60% de los embarques.
El informe de la Bolsa de Rosario consignó que las exportaciones agroindustriales desembarcaron en 132 países el año pasado “consolidando el país como un proveedor global de alimentos y materias primas”. Durante ese año, las exportaciones del sector alcanzaron un valor total de 46.129 millones de dólares, de los cuales el 38% se dirigió a Asia, el 22% a América, el 13% a Europa y el 4% a África.
Por complejos productivos, la soja —principal exportador— tuvo como destino destacado a India, seguida por China y Vietnam. El maíz se dirigió principalmente a Vietnam, Perú y Malasia. En carne y cueros bovinos, los mayores compradores fueron China, Israel y Estados Unidos. En cuanto al trigo, sus mercados más importantes resultaron ser Brasil, Indonesia y Perú. Según este mismo informe, al enfocarse en los principales productos de los complejos soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo, Vietnam escaló al primer puesto como comprador de la agroindustria argentina.
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, recibió a los referentes de la Mesade Enlace en el Palacio de Hacienda en un encuentro que duró alrededor de una hora. Los dirigentes del campo pidieron la extensión de la baja temporal de los derechos de exportación —principal reclamo del sector—, pero el funcionario sostuvo que, por el momento, no existían las condiciones para prorrogar el beneficio más allá del 30 de junio. A la vez, deslizó que analiza reducir el impuesto al cheque “en la medida que haya superávit fiscal”, según coincidieron en señalar tanto el propio Caputo como fuentes de las entidades agropecuarias.
El Gobierno buscó que los productores “aprovecharan” la ventana de venta de soja con retenciones reducidas. Caputo asistió a la reunión junto con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y el director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo. Por la Mesa de Enlace estuvieron presentes Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Carlos Castagnani (Confederaciones Rurales Argentinas), Lucas Magnano (Coninagro) y Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina).
“Fue una reuniónprotocolar, nos comprometimos a seguir trabajando juntos, hablamos retenciones y el alivio fiscal que necesita el sector, esta temporalidad de las retenciones, lo pusimos en consideración”, dijo Sarnari a la salida de la reunión. Agregó: “Nos dijo que el impuesto al Cheque es el próximo impuesto en la mira y es un reclamo que venimos haciendo hace tiempo”.
Según Castagnani, el ministro afirmó que “viene bien el plan, mejor de lo esperado” y que bajar impuestos estaba dentro de las proyecciones oficiales, aunque “en ninguno de los dos casos dio fecha”. Añadió que Pazo expuso una serie de cuentas que mostraron una “oportunidad —para comercializar la soja— que antes no había”. En ese sentido, Castagnani sostuvo: “Ahora hay una oportunidad que antes no había”. Sarnari coincidió: “Se trabajaron algunos puntos que de acá en adelante nos hemos comprometido a seguir trabajando juntos, principalmente en cuestiones que necesita el sector. Hablamos de retenciones, y en el alivio fiscal que necesita el sector. Hemos conversado sobre la temporalidad y se ha puesto en consideración”. La Mesa de Enlace también presentó una propuesta general de eliminación de retenciones y pidió a las autoridades “salir al interior productivo” para explicar la medida, detallando la baja de las alícuotas de 33% a 26% para la soja.
El decreto oficializado la semana pasada redujo un 20% los derechos de exportación para la soja, sus derivados, el trigo y el maíz hasta el 30 de junio, con la condición de que las divisas se liquiden 15 días después de presentadas las declaraciones juradas. Desde el Gobierno remarcaron que esta decisión buscó incentivar el adelanto de exportaciones en un contexto de caída de reservas. Tras la reunión, Pino apuntó: “Se habló de cómo se tomó la medida, por qué se tomó. El ministro ratificó que claramente en la medida que el déficit se vaya controlando y tenga permanencia en el tiempo, este tipo de medidas se van a seguir tomando, pero que hay que ir de a poco y ver cómo reacciona la macro”.
A su vez, las autoridades indicaron que precisaban apuntalar la recaudación para sostener el déficit cero, un compromiso sensible en las negociaciones con el Fondo Monetario, donde se discute un crédito por hasta 12.000 millones de dólares. En 2024, la recaudación cayó 5,5% en términos reales, pero en enero subió 5,6% al restituirse el impuesto a las Ganancias, incrementarse las contribuciones sociales y sumarse el alza del impuesto a los Combustibles. Estos cambios, sin embargo, deben compensar el bache de 800.000 millones de pesos que el Estado afronta por la baja temporal de retenciones.
– Sergio Iraeta, Carlos Castagnani, Andrea Sarnari, Luis Caputo, Nicolás Pino, Lucas Magnano y Juan Pazo
La agenda incluyó la posibilidad de avanzar en obras de infraestructura. Según expusieron los dirigentes, Caputo se comprometió a realizar licitaciones de rutas nacionales con posible participación privada. “Van a poder participar todos los que quieran”, indicaron fuentes de una de las entidades rurales. Magnano, de Coninagro, precisó que también se trató el desarrollo de la cuenca del Río Salado y la Hidrovía. Además, los productores plantearon inquietudes sobre el cepo cambiario y sobre el futuro de organismos como el INTA y el Senasa, dado que se habló de 50 entidades nacionales que podrían sufrir fusiones o eliminaciones. “No nos indicaron que estos estuvieran en alguna lista específica; al contrario, solicitamos que, ante cualquier medida o decisión, se nos comunique o se nos informe”, comentó Magnano.
Si bien algunos empresarios señalaron que Pazo había sugerido en reuniones anteriores la posibilidad de hacer “carry trade”, Castagnani aclaró: “Esa es una opinión que emitió el funcionario. Los productores van a vender en la medida que tengan que vender para cumplir sus compromisos”. Por su parte, Sarnari cerró: “No dieron fecha. Las fechas no las van a decir, sino que van a hacerlo en el momento adecuado en que se puedan realizar. Manifestaron optimismo y se han comprometido en que, mientras las señales sean claras y las respuestas buenas, vamos a ir conversando cómo se puede avanzar en que vengan medidas que fomenten el desarrollo productivo”.
Desde este último viernes, todos los comercios y prestadores de servicios pueden exhibir sus precios, no solo en pesos, sino también en dólares o en cualquier otra medida extranjera. La Resolución 4/2025 de la Secretaría de Comercio, publicada en el Boletín Oficial, oficializa esta medida, que está alineada con la normativa del Banco Central que permitirá el pago en dólares con tarjetas de débito a partir del 28 de febrero.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la medida a través de sus redes sociales el pasado jueves: “Los precios de bienes y servicios deberán figurar en pesos, indicando también el importe total en dólares u otra moneda, siempre especificando el precio final que debe abonar el consumidor”. Además, la normativa elimina la obligación de destacar más los valores en pesos que en otras divisas, por lo que se establece una paridad visual entre ambas. Esta iniciativa busca responder al creciente contexto de dolarización y aportar mayor transparencia en las transacciones comerciales.
El ministro destacó que la reglamentación “también prevé que los establecimientos comerciales deben indicar el precio por unidad de medida, y que el precio de góndola coincida con el que se cobra en líneas de cajas”.
La medida modifica puntos clave de la resolución 7/2002 de la Secretaría de la Competencia, la Desregulación y la Defensa del Consumidor, particularmente en lo referente a la exhibición de precios en moneda extranjera. Específicamente, elimina la obligatoriedad de que los valores en pesos tengan preeminencia visual, y permite que los precios en divisas se muestren con igual relevancia.
El nuevo sistema será obligatorio para bancos, administradoras de tarjetas y empresas adquirentes, que deberán garantizar a los usuarios de tarjetas de débito la posibilidad de pagar en dólares en los comercios que acepten esta modalidad.
Empresas como Fiserv, Mercado Pago, Payway y Getnet ya avanzan en la incorporación de esta funcionalidad para tarjetas Mastercard y Visa. Además, algunas de estas firmas han iniciado negociaciones con grandes cadenas comerciales para la rápida implementación del sistema.
Aunque la medida podría alterar la forma en que se exhiben los precios y se realizan los pagos en el país, analistas consideran que su éxito dependerá de la receptividad de comerciantes y consumidores. La posibilidad de pagar en dólares podría resultar especialmente atractiva en sectores donde los precios ya están dolarizados, como el inmobiliario o el tecnológico. Sin embargo, su adopción podría ser más gradual en otros ámbitos. “Queremos acompañar a los sectores que ya utilizan al dólar como unidad de cuenta, sin desatender el rol fundamental del peso. Esta medida traerá más claridad en las transacciones y ayudará a fomentar la actividad económica”, aseguró Caputo.
La resolución constituye como principio clave que los consumidores deberán acceder siempre al precio final del producto, ya sea de manera presencial como virtual. Además, aclara que las ofertas y descuentos podrán publicarse por separado, sin necesidad de incluirse en la información presentada en el fleje de góndola.
La opción de elegir el pago en pesos o dólares estará disponible antes de que finalice febrero para tarjetas de débito, mientras que la implementación para códigos QR comenzará a regir a partir del 1.° de abril.
Salirse de la agenda de reducción de impuestos, tasas y gasto público que lleva adelante @JMilei tiene sus consecuencias. En Bahia Blanca hay 3 Concejales que entraron por LLA y sistemáticamente votan aumentos de Tasas Municipales. No dejemos que sigan traicionando. VLLC! 💜🇦🇷 https://t.co/PQxLPhpOJjpic.twitter.com/YmDlJH0Gdz