Sergio Massa analiza aplicar un shutdown y cerrar la administración pública, si es que la oposición no vota el presupuesto del año próximo. Esta medida fue utilizada por Bill Clinton en Estados Unidos en 1995.
Actualmente el presupuesto vigente es una prórroga del presupuesto del año 2021, el cual fue intervenido y modificado por un decreto, dado que el Presupuesto 2022 no fue aprobado. Por este motivo, el gobierno de Alberto Fernández tuvo que avanzar con una prórroga.


Fuentes del gobierno aseguran que no existe un marco legal para prorrogar por dos años seguidos el mismo presupuesto, ya que se estaría apelando a un decreto para prorrogar un decreto que prorrogó una ley. Es por eso, que el ministro le advirtió a la oposición que si lo dejan sin presupuesto apelará al shutdown de la administración pública.
En 1995 Clinton aplicó un shutdown cuando los republicanos se negaron a votarle el presupuesto. Esto generó una parálisis de los servicios administrativos federales, en dos ocasiones, la primera durante seis días y luego por tres semanas.



Este cierre ocasiona que los edificios públicos no puedan comprar ni los elementos básicos para su funcionamiento. En Estados Unidos las pérdidas ocasionadas fueron cerca de 1.400 millones de dólares, aunque esta medida le permitió al Estado un ahorro importante, hay quienes aseguran que un shutdown le permitiría a Massa avanzar con un ajuste más importante.
La posibilidad de que la oposición siga sin aprobar el proyecto del presupuesto sigue latente y ante esta situación, la Liga de Gobernadores peronistas se reunió en La Plata y allí acordaron un documento en el que piden a la oposición un “amplio consenso” para la aprobación del presupuesto, ya que entienden, que de aprobarse, podrá haber un reparto más equitativo de los subsidios.
Un shutdown es un cierre de amplios sectores de la Administración ante la imposibilidad de funcionar por falta de financiación
Recordemos que el proyecto de presupuesto que Massa envió al Congreso prevé para el año próximo una inflación anual del 60%, un crecimiento del 2% del PBI y que para fin de año, el dólar oficial cerrará a $269 y el déficit fiscal se achique a 1,9%.