El “taller de masculinidades” que brindó el BCRA para sus empleados, mientras hay una inflación interanual de 116%
Desde el organismo financiero argentino quisieron capacitar a todos sus dependientes con el propósito de “reflexionar sobre los roles de la masculinidad en la actualidad”.
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Mientras la pobreza en la República Argentina ronda casi en un 50%, a causa de una inflación galopante y por la ineptitud de un gobierno que no tiene figura presidencial, el Banco Central sostiene que, para resolver este gran problema, además seguir imprimiendo billetes, “hay que capacitar a sus empleados con un ‘taller de masculinidades’”.
La Subgerencia de Capacitación del ente regulado por Miguel Pesce aseguró que tendrá como objetivo “sensibilizar y capacitar a todos aquellos que sean parte del personal del Banco Central”. Varias de las actividades incluían “prejuicios masculinos”, “factores de riesgos masculinos” y “micromachismos”.
“El miércoles 23 de agosto de 14:30 a 16:30, junto al Licenciado Luis Ángel Avalos, abriremos un espacio de reflexión para conversar sobre ‘El Rol de las masculinidades en la actualidad’“, emitieron en un comunicado que habían lanzado durante la mañana del martes, aunque el propio tuvo relevancia luego de varias críticas que lanzaron en las redes sociales.
“El Banco Central solo repara la emisión descontrolada con un taller de masculinidades. Prioridades son prioridades”, eran unos de los comentarios que se leían en Twitter, luego de las medidas que se tomaron desde el organismo financiero.
La última vez que el BCRA hizo curso de capacitación similar fue a finales del mes de noviembre del año 2020, llamado de la misma forma, solo que para esa ocasión fue con el aval del Ministerio de la Mujer, en el marco del “Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer”.
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El llamado oficial quedó formalizado a través de la resolución 74/2025 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), publicada en el Boletín Oficial. La medida del Ejecutivo busca abordar las tarifas aplicadas por los transportistas de energía de alta tensión en el marco de la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT). Empresas como Transener, Transba (provincia de Buenos Aires), Transpa (Patagonia), Distrocuyo, EPEN (Neuquén), Transnea, Transnoa y Transcomahue presentarán sus propuestas y tendrán hasta diez minutos para exponer sus argumentos en busca de incrementos tarifarios y la garantía del servicio. En contraparte, funcionarios, legisladores y representantes de organizaciones de defensa de los consumidores contarán con cinco minutos cada uno para expresar sus posturas.
El encuentro se llevará a cabo el 25 de febrero a partir de las 8:30 de manera virtual. Además, contará con una transmisión en streaming a través de YouTube, según el sitio oficial del organismo (el link de acceso se publicará dos horas antes).
La audiencia estará abierta al público. Cualquier persona física o jurídica, de carácter tanto público como privado, deberán acreditar interés o derecho en el tema. La inscripción debe realizarse previamente en el Registro de Participantes a través de la página web del ENRE. El período de inscripción será del 8 al 22 de febrero.
Antecedentes, recortes y tarifas “focalizadas”
La Revisión Tarifaria Integral (RTI) más reciente fue en 2016, cuando se fijaron las tarifas para el período 2017-2022. Sin embargo, dicho esquema se incumplió producto de la crisis económica de 2018. Ahora, el Gobierno busca definir un nuevo marco tarifario, mientras avanza con la revisión del sector del gas, cuya audiencia pública está programada para el 6 de febrero.
En simultáneo, el Gobierno recortó 38% los subsidios a la energía en 2024. A pesar de esa baja, el Estado todavía cubre más de la mitad del costo de la electricidad. Los datos, aportados por el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-CONICET), arrojan que los hogares de ingresos medios (N3) actualmente reciben una bonificación del 59% sobre un bloque de consumo reducido a 250 kWH mensuales, mientras que los de menores ingresos (N2) cuentan con un subsidio del 74% para ese mismo bloque.
En paralelo, la gestión del presidente Javier Milei prevé implementar en mayo una “tarifa focalizada”. La iniciativa contempla cambios en el esquema de subsidios vigente desde 2022, que actualmente se divide en tres niveles: ingresos altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). El objetivo de esta reforma sería reforzar la asistencia a los sectores que más lo necesitan.
Los nuevos cuadros tarifarios entrarán en vigencia el 1° de abril y serán publicados el 31 de marzo. De acuerdo con el cronograma del ENRE, Edesur y Edenor tienen plazo hasta el 27 de enero para presentar sus propuestas en el marco de la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT). Al día siguiente, el 28 de enero, se oficializará la convocatoria a una audiencia pública, prevista para el 27 de febrero y que se realizará de forma virtual.
Entre enero y diciembre de 2024, Argentina despachó un total de 89,3 millones de toneladas (Mt) de granos, subproductos y aceites vegetales desde sus puertos, lo que representó un incremento interanual del 60%.
Este volumen quedó 1% por encima del promedio de los últimos cinco años, aunque se ubicó 11 Mt por debajo del récord alcanzado en 2019 (100,5 Mt). El crecimiento ocurrió tras la fuerte recuperación de la cosecha agrícola, que pasó de niveles muy bajos en 2023 —producto de la sequía— a un total de 132 Mt en la campaña 2023/24.
Los granos despachados sumaron 52,5 Mt en 2024, un 62% más que el año previo, aunque 3% por detrás del promedio del último lustro. Los mayores incrementos se observaron en maíz (+12,3 Mt), trigo (+4,8 Mt) y soja (+2,1 Mt). “Estos tres cultivos dan cuenta del 96% de la recuperación en los despachos de granos, impulsados por una importante recuperación de la cosecha en términos interanuales”, señalaron los economistas Belén Maldonado, Emilce Terré y Julio Calzada, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En cuanto a los subproductos, los embarques alcanzaron 29,5 Mt, un alza del 56% frente a 2023 y 5% por encima del promedio de los últimos cinco años. El principal factor de crecimiento fue el mayor volumen de pellets de soja (+10,4 Mt), con aumentos adicionales en los despachos de pellets de girasol (+151.300 toneladas) y de trigo (+55.500 toneladas). Por su parte, los aceites vegetales registraron 7,2 Mt despachadas, un 60% más que en 2023 y 21% por encima del promedio. Nuevamente, el aceite de soja explicó casi toda la suba (+2,4 Mt), seguido por el aceite de girasol (+259.600 toneladas).
Las terminales del Gran Rosario —zona conocida como Up-River, que abarca desde Timbúes hasta Arroyo Seco— despacharon 67,7 Mt durante 2024, lo que significó un 60% más que en 2023 y equivalió al 76% de todos los envíos del país. La zona de San Lorenzo (Timbúes, Puerto General San Martín y San Lorenzo) explicó el 58% del total, mientras que las terminales de Rosario (Arroyo Seco, General Lagos, Alvear, Rosario y Villa Gobernador Gálvez) representaron el 18%.
La participación del Gran Rosario se ubicó por debajo del promedio del 78% registrado en la última década y lejos del máximo del 82% de 2009. “Esta menor participación tiene sentido considerando la aguda bajante del Río Paraná durante la segunda mitad de 2024, así como también el impacto de la chicharrita y las condiciones ambientales que golpearon con más fuerza a la producción del centro y norte del país”, indicaron los analistas de la Bolsa.
Los puertos de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, despacharon 10,8 Mt (12% del total nacional), mientras que Necochea/Quequén embarcó 7,6 Mt (9%). Zárate, Ramallo, San Pedro y Villa Constitución sumaron 3,1 Mt (3%). Por tipo de producto, las terminales del Up-River concentraron el 62% de los granos enviados, el 96% de los subproductos y el 93% de los aceites vegetales.
Entre las instalaciones con mayor volumen de despacho se destacó el puerto de ADM en Arroyo Seco, que embarcó 4,3 Mt de granos y se consolidó por tercer año consecutivo como el principal origen de este tipo de productos. En materia de subproductos, la planta Renova de Timbúes alcanzó 6,6 Mt y repitió el primer puesto del año anterior; también lideró en aceites, con 1,7 Mt. De ese modo, Renova sumó 10,5 Mt de embarques totales en 2024 y se erigió como la terminal con mayor volumen de productos agroindustriales despachados.
Más de la mitad (53%) de los granos, subproductos y aceites se destinaron a Asia.América recibió el 21%, Europa el 14%, África el 11% y Oceanía el 1%. Vietnam se mantuvo como el principal comprador global de los embarques argentinos en 2024, con 11,1 Mt (un alza del 109% frente al año anterior). China ocupó el segundo lugar, con 7,1 Mt (+56% interanual), y Perú el tercero, con 5,8 Mt (+45%).
Al discriminar por categoría, Vietnam lideró las compras de granos (7 Mt, +126%) y subproductos (4 Mt, +82%), mientras que India recibió la mayor parte de los aceites vegetales (3,2 Mt, +89%), el 45% del total despachado. De hecho, los aceites fueron el rubro más concentrado por destino, ya que los tres principales compradores (India, Bangladesh y Perú) agruparon el 60% de los embarques.
El informe de la Bolsa de Rosario consignó que las exportaciones agroindustriales desembarcaron en 132 países el año pasado “consolidando el país como un proveedor global de alimentos y materias primas”. Durante ese año, las exportaciones del sector alcanzaron un valor total de 46.129 millones de dólares, de los cuales el 38% se dirigió a Asia, el 22% a América, el 13% a Europa y el 4% a África.
Por complejos productivos, la soja —principal exportador— tuvo como destino destacado a India, seguida por China y Vietnam. El maíz se dirigió principalmente a Vietnam, Perú y Malasia. En carne y cueros bovinos, los mayores compradores fueron China, Israel y Estados Unidos. En cuanto al trigo, sus mercados más importantes resultaron ser Brasil, Indonesia y Perú. Según este mismo informe, al enfocarse en los principales productos de los complejos soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo, Vietnam escaló al primer puesto como comprador de la agroindustria argentina.
Argentina alcanzó en 2024 un superávit comercial de USD 18.899 millones, la cifra más alta de los últimos 20 años en términos nominales, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El resultado final se definió en diciembre, cuando el país registró un saldo positivo de USD 1.666 millones, con exportaciones por USD 7.035 millones e importaciones por USD 5.369 millones.
Este desempeño cerró 12 meses consecutivos de superávit y revirtió el déficit de USD 6.926 millones observado en 2023. Las exportaciones crecieron 19,4% interanual durante el año, hasta alcanzar los USD 79.721 millones, mientras que las importaciones cayeron 17,5%, con un total de USD 60.822 millones. Aun así, el Indec estimó que la Argentina habría obtenido un superávit de USD 21.246 millones si hubieran prevalecido los precios de 2023, pero la caída del índice de precios de las exportaciones (-5,8%) en comparación con el de las importaciones (-4%) generó una pérdida en los términos de intercambio de USD 1.550 millones.
Dentro de la dinámica de diciembre, las compras externas aumentaron 26,2% en la comparación interanual y registraron una suba de 8,8% frente a noviembre. En tanto, las ventas al exterior avanzaron 33,4% respecto de diciembre de 2023. Los rubros que más impulsaron las exportaciones fueron las manufacturas de origen agropecuario (36% de suba interanual), los productos primarios (30%) y el sector energético (50%). Por el lado de las importaciones, el alza más significativa se dio en vehículos (230%) y bienes de consumo (53%), mientras que las compras de energía descendieron 43%.
El economista Jerónimo Montalvo, de la consultora Abeceb, señaló que el país exhibió en diciembre un superávit comercial “durante toda la gestión Milei, con una aceleración por segundo mes consecutivo y con un crecimiento sensible respecto del resultado de diciembre de 2023 (64%)”. Montalvo afirmó que el récord de 2024 (que no se dio como porcentaje del PBI) respondió a la combinación de un fuerte crecimiento de las exportaciones y una marcada reducción de las importaciones, las cuales alcanzaron su menor nivel desde 2015 en proporción al producto bruto.
Según Montalvo, en 2025 las exportaciones seguirían en aumento, impulsadas por una buena cosecha y el aporte del sector energético, con un incremento estimado de 7%. Sin embargo, auguró también una mayor dinámica en las compras externas, que se proyectarían con una suba de 16%. En ese escenario, el país podría mantener un saldo comercial positivo de entre USD 14.000 y USD 15.000 millones, con casi la mitad proveniente del sector energético.
En línea con esta tendencia, el economista Jorge Vasconcelos, del Ieral, observó que la recuperación económica en Argentina mostró un sesgo hacia el crecimiento de las importaciones no energéticas. Destacó asimismo el comportamiento del comercio bilateral con Brasil: las importaciones argentinas desde ese país pasaron de caer 50,5% interanual en junio de 2024 a incrementarse 46,9% en diciembre, mientras que las exportaciones a ese destino se desaceleraron a 2,5% en el mismo lapso.
Por otra parte, el sector energético también exhibió un desempeño notable. A lo largo de 2024, la balanza comercial energética mostró un superávit de USD 5.668 millones, el mayor de los últimos 18 años. Las exportaciones de combustibles y energía crecieron 22,3% y totalizaron USD 9.677 millones, lo que representó el 12,1% de los envíos argentinos al exterior. Chile se posicionó como el principal destino de estas ventas, con USD 2.844 millones, un 74,1% más que en 2023. A la vez, las importaciones de combustible y lubricantes se contrajeron 49,4%, hasta USD 4.009 millones.
En diciembre, este rubro marcó un superávit energético de USD 852 millones. Según los datos oficiales, las exportaciones del mes sumaron USD 1.032 millones, de los cuales USD 5.473 millones correspondieron a la venta de aceites de petróleo, al tiempo que las compras externas se ubicaron en USD 180 millones, un 42,9% menos que en diciembre de 2023. De este modo, el país consolidó un año con resultados positivos tanto en el balance energético como en el global, alcanzando el superávit comercial nominal más alto de las últimas dos décadas.
YPF firmó hoy un memorándum de entendimiento con las empresas estatales de India Oil and Natural Gas Corporation (OIL), Gas Authority of India Limited (GAIL) y Oil and Natural Gas Corporation Videsh Limited (OVL) para venderles gas natural licuado. El objetivo contempló exportar hasta 10 millones de toneladas al año, equivalentes a 47 millones de metros cúbicos diarios de gas (30% de la producción nacional actual), una vez que la Argentina avanzara con sus proyectos de licuefacción.
El acuerdo incluyó cooperación en litio y otros minerales críticos, y también abarcó la exploración y producción de hidrocarburos, según informó la petrolera estatal. Esta firma concluyó la gira que el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, inició a comienzo de año por Israel, Corea y Japón para promover el gas de Vaca Muerta en nuevos mercados. El ministro de Petróleo y Gas Natural de India, Hardeep Sinh Puri, el secretario de Petróleo y Gas, Pankaj Jain, y directivos de OIL, GAIL y OVL participaron del acto en Nueva Delhi.
“Es una enorme satisfacción poder avanzar con la India en este acuerdo para abastecerlos potencialmente de gas. Estamos convencidos de que el país tiene una oportunidad de convertirse en un exportador de energía y lograr el objetivo buscado por toda la industria de generar ingresos por US$30.000 millones en los próximos 10 años”, dijo el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín. “Quiero agradecer el compromiso y la dedicación del embajador argentino en la India (Mariano Caucino) y todo su equipo que desde el primer momento se involucraron y contribuyeron a alcanzar este objetivo”, agregó.
GAIL tiene la operación de más de 16.000 kilómetros de gasoductos y gestiona los contratos de compra de GNL en la India, mientras que OVL y OIL representan la segunda y la tercera petroleras más grandes del país, con más del 15% de la producción total. En la información difundida, YPF destacó que el MOU es una declaración de intenciones y no implicó compromisos de inversión inmediatos.
La petrolera estatal buscó demandantes de gas equivalentes a 47 millones de m³/d para dar viabilidad a su proyecto de GNL y acceder a financiamiento a tasas razonables. En diciembre pasado, YPF anunció una asociación con la angloholandesa Shell, la segunda mayor operadora de GNL del mundo, para la primera fase del proyecto Argentina LNG, que contempló una capacidad de licuefacción de 10 millones de toneladas al año. El plan completo estimó una inversión de US$30.000 millones para construir gasoductos de 580 kilómetros y levantar una terminal de procesamiento en Sierra Grande, provincia de Río Negro.
Al mismo tiempo, Pan American Energy (PAE) contrató un buque de licuefacción junto con la empresa noruega Golar. El buque FLNG Hilli Episeyo, con una capacidad de 2,45 MTPA (aproximadamente 11,5 millones de m³/d), llegará a la Argentina en 2027. Entre las socias del proyecto figuran Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%), YPF (15%), PAE (40%) y Golar (10%). La compañía noruega construyó además otro buque con capacidad de 3,45 MTPA, que podría estar disponible a fines de 2027, lo que permitiría ampliar la exportación a 27 millones de m³/d, equivalente al 20% de la producción nacional actual.
En proyecciones de YPF, la Argentina podría exportar el equivalente a US$30.000 millones en 2031 por sus ventas de petróleo y GNL, un monto cercano al valor de las exportaciones de granos (US$23.125 millones en 2024). De ese total, la petrolera estatal previó exportaciones de entre US$10.000 millones y US$12.000 millones. El reciente escenario energético internacional también incluyó una posible aceleración de los proyectos de GNL en Estados Unidos, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia, que el gobierno de Joe Biden había pausado por temas ambientales. Según la información oficial, esta situación podría motivar a YPF a agilizar la llegada de buques de licuefacción y postergar la construcción de una planta en tierra, proceso que demandaría un plazo mayor.
Desde la empresa señalaron que habrá que esperar para conocer el impacto de los anuncios de Trump en materia energética. YPF, por su parte, continuó con la iniciativa de “Argentina LNG”, dividida en tres etapas de 10 MTPA cada una. En esa línea, la compañía consideró que uno de los barcos podría destinarse a las demandas de la India y que la ventana de oportunidad ofrecida por la transición energética urgió a acelerar las exportaciones de gas proveniente de Vaca Muerta.
La firma malaya Petronas salió oficialmente del proyecto, mientras que Shell ingresó como productor y comprador (offtaker) del GNL que genere uno de los buques. El otro podría abastecer a la India u otras grandes petroleras. La llegada del primer buque Hilli Episeyo a las costas de Río Negro representó la fase inicial de un plan de expansión que se complementaría con un segundo buque de Golar. También aparecieron perspectivas de colocaciones en Europa, Israel, Japón, Corea del Sur y China.
El riesgo país perforó la barrera de los 600 puntos básicos por primera vez desde agosto de 2018, cerrando en 571 unidades este lunes, según datos de JP Morgan. Este indicador, que mide el diferencial de tasas entre los bonos argentinos y los del Tesoro de Estados Unidos, alcanzó su nivel más bajo en siete años gracias al optimismo en los mercados financieros sobre la recuperación macroeconómica del país.
Los bonos soberanos Globales y Bonares experimentaron alzas significativas, con precios promedio cercanos a los USD 73, su máximo desde su salida al mercado. Esta revalorización refleja la confianza en las políticas del gobierno orientadas a estabilizar la macroeconomía.
Un factor clave en este panorama fue el anuncio del Banco Central de un repo por USD 1.000 millones con bancos internacionales. Un repo, o acuerdo de recompra, es un tipo de préstamo financiero en el que el Banco Central vende bonos soberanos como garantía para obtener efectivo, con el compromiso de recomprarlos a un precio previamente acordado en una fecha futura. Este mecanismo permite al país obtener liquidez inmediata para afrontar necesidades financieras a corto plazo.
En este caso, el repo ofrece una tasa anual del 8,8% y mejora la posición de liquidez del país, lo que contribuyó a fortalecer las reservas internacionales, que cerraron la semana pasada en USD 32.774 millones, cerca del máximo histórico de USD 32.886 millones alcanzado en diciembre de 2024.
Según el Banco Central, esta operación permite mitigar desbalances en el mercado de cambios, facilitando la eliminación progresiva de restricciones cambiarias y reforzando la credibilidad en las metas de política monetaria. Además, este tipo de operaciones genera un efecto simbólico positivo, mostrando un respaldo internacional a las políticas implementadas.
El Tesoro también mostró su capacidad de pago al acumular USD 5.698 millones en sus arcas, garantizando los vencimientos de deuda previstos para enero y julio. A esto se suma un incremento del 205,6% en la recaudación fiscal de 2024 en términos interanuales, superando ampliamente la inflación.
Un informe de la consultora Suramericana Visióndestacó que“aún sin acceso pleno a los mercados internacionales, Argentina podrá afrontar los vencimientos de deuda en 2025”. Este año, el Estado Nacional, el Banco Central, las provincias y las empresas deben saldar compromisos por casi USD 25.000 millones. Este escenario demuestra una combinación de estrategias efectivas de gestión de deuda y una mejora en la capacidad recaudatoria.
El optimismo de los inversores se refleja en la pendiente positiva de la curva de rendimientos de los bonos argentinos, que vuelve a registrar una estructura saludable tras años de tensión crediticia. Analistas de Max Capital destacaron que la tasa del repo indica que Argentina está cerca de recuperar acceso pleno a los mercados internacionales de deuda, lo que podría concretarse en el segundo semestre de 2025. Este regreso sería clave para refinanciar vencimientos y generar nuevas inversiones.
Según Facimex Valores, los bonos GD35 y GD41 presentan un potencial alcista del 13% al 33%, dependiendo de la calificación crediticia que logre el país. Por su parte, JP Morgan proyecta que el gobierno de Milei avanzará hacia la liberación del cepo cambiario y consolidará la estabilidad financiera mediante un robusto sistema macroeconómico.
A pesar de la mejora, todavía queda camino por recorrer: el riesgo país de Argentina (571 puntos) se mantiene apenas por encima del promedio regional (427 puntos).Comparativamente, Brasil registra 248 puntos, Perú 156, Chile 120 y Uruguay 89. Sin embargo, las políticas económicas actuales apuntan a cerrar esta brecha. Las reformas estructurales en curso y el foco en reducir la dependencia del financiamiento externo son elementos que podrían contribuir a una compresión adicional del riesgo país.
El año 2025 comenzó con resultados alentadores en el mercado financiero local. El índice MERVAL marcó un nuevo récord histórico en términos reales, alcanzando los USD 2.362. En Wall Street, las acciones argentinas también destacaron, con alzas del 4,5% en promedio. Estos avances posicionan al mercado argentino entre los de mejor rendimiento global, con ganancias acumuladas desde 2024 que superan el 100% en dólares.
El panorama optimista se refuerza con las expectativas de un nuevo acuerdo con el FMI y una economía en recuperación. Los inversores mantienen su confianza en las estrategias implementadas, lo que augura un año de consolidación para los activos argentinos y su posicionamiento en los mercados internacionales. A su vez, las proyecciones indican que las políticas económicas podrían impulsar un mayor crecimiento de las exportaciones, fortaleciendo el superávit comercial y reduciendo la presión sobre el tipo de cambio.
Desde este último viernes, todos los comercios y prestadores de servicios pueden exhibir sus precios, no solo en pesos, sino también en dólares o en cualquier otra medida extranjera. La Resolución 4/2025 de la Secretaría de Comercio, publicada en el Boletín Oficial, oficializa esta medida, que está alineada con la normativa del Banco Central que permitirá el pago en dólares con tarjetas de débito a partir del 28 de febrero.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la medida a través de sus redes sociales el pasado jueves: “Los precios de bienes y servicios deberán figurar en pesos, indicando también el importe total en dólares u otra moneda, siempre especificando el precio final que debe abonar el consumidor”. Además, la normativa elimina la obligación de destacar más los valores en pesos que en otras divisas, por lo que se establece una paridad visual entre ambas. Esta iniciativa busca responder al creciente contexto de dolarización y aportar mayor transparencia en las transacciones comerciales.
El ministro destacó que la reglamentación “también prevé que los establecimientos comerciales deben indicar el precio por unidad de medida, y que el precio de góndola coincida con el que se cobra en líneas de cajas”.
La medida modifica puntos clave de la resolución 7/2002 de la Secretaría de la Competencia, la Desregulación y la Defensa del Consumidor, particularmente en lo referente a la exhibición de precios en moneda extranjera. Específicamente, elimina la obligatoriedad de que los valores en pesos tengan preeminencia visual, y permite que los precios en divisas se muestren con igual relevancia.
El nuevo sistema será obligatorio para bancos, administradoras de tarjetas y empresas adquirentes, que deberán garantizar a los usuarios de tarjetas de débito la posibilidad de pagar en dólares en los comercios que acepten esta modalidad.
Empresas como Fiserv, Mercado Pago, Payway y Getnet ya avanzan en la incorporación de esta funcionalidad para tarjetas Mastercard y Visa. Además, algunas de estas firmas han iniciado negociaciones con grandes cadenas comerciales para la rápida implementación del sistema.
Aunque la medida podría alterar la forma en que se exhiben los precios y se realizan los pagos en el país, analistas consideran que su éxito dependerá de la receptividad de comerciantes y consumidores. La posibilidad de pagar en dólares podría resultar especialmente atractiva en sectores donde los precios ya están dolarizados, como el inmobiliario o el tecnológico. Sin embargo, su adopción podría ser más gradual en otros ámbitos. “Queremos acompañar a los sectores que ya utilizan al dólar como unidad de cuenta, sin desatender el rol fundamental del peso. Esta medida traerá más claridad en las transacciones y ayudará a fomentar la actividad económica”, aseguró Caputo.
La resolución constituye como principio clave que los consumidores deberán acceder siempre al precio final del producto, ya sea de manera presencial como virtual. Además, aclara que las ofertas y descuentos podrán publicarse por separado, sin necesidad de incluirse en la información presentada en el fleje de góndola.
La opción de elegir el pago en pesos o dólares estará disponible antes de que finalice febrero para tarjetas de débito, mientras que la implementación para códigos QR comenzará a regir a partir del 1.° de abril.
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