Los bancos nacionales, le pidieron al Banco Central de la República Argentina (BCRA) que los autoricen a destruir una gigante cantidad de billetes deteriorados, en su mayoría de $100, que se vienen amontonan en sus tesoros. Desde hace tiempo, la entidad no les recibe a los bancos billetes en mal estado y, aunque tiene poder destrucción, no tiene la capacidad operativa para hacerlo, porque todavía restan romper 198 millones de billetes de 5 pesos que ya dejaron de circular hace un buen tiempo.
Otro motivo por el cual el Banco Central no recibe billetes en mal estado, es porque con la inflación constante que atraviesa nuestro país, cada vez son más los billetes que se deterioran por la velocidad de circulación entre las personas.

Actualmente para los bancos no es viable llenar los cajeros con billetes de $100 porque obliga a los empleados a recargarlos de manera constante, de más está decir que los billetes de menor denominación tampoco sirven para los cajeros. Ante esta situación, la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) presentó un documento titulado Iniciativa Dinero Digital en Argentina (IDDA), con el que se propone una serie de medidas para reducir el uso de dinero en efectivo y reemplazarlo por el dinero electrónico.
“Gran parte del efectivo que está en los bancos es de baja denominación y ha quedado obsoleto, en el sentido que no se puede utilizar en ATM (cajeros) o entregar a los clientes, por su bajo valor real. Es el caso de los billetes de $100, por ejemplo. Transportar los billetes deteriorados y los de $100 a los tesoros de BCRA implica un alto costo económico”, el comunicado y agrega: “La destrucción de billetes en la sede bancaria, bajo la fiscalización del BCRA, es un solución eficiente y adecuada, que adicionalmente significaría un ahorro de costos para el BCRA”.
En Adeba tienen en mente dos formatos para iniciar la destrucción de los billetes en los propios edificios de los bancos sin recurrir al BCRA: uno es que los bancos grandes puedan tener su propia máquina destructora de billetes para reducir el efectivo y además prestar el servicio a los bancos más pequeños; y el otro es hacerlo en Prosegur, la empresa transportadora de caudales que muchas entidades contratan y alquilan un espacio físico para resguardar sus billetes.