En la vitrina de Alberto Fernández descansa un récord impensable en la historia de la democracia. Es el primer presidente que no tuvo que enfrentar paros generales de la Confederación General del Trabajo (CGT). Desde 1983, la central sindical más grande del país llamó al paro en 42 ocasiones, de las cuales 27 se realizaron contra gobiernos no peronistas: Raúl Alfonsín padeció 13, Fernando De la Rúa 8 y Mauricio Macri 5.
Esta semana, bajo el lema “Ni un paso atrás”, la CGT realizó la primera reunión tras el triunfo de Javier Milei. Allí, brillaron las declaraciones del cotitular del organismo, Héctor Daer: “Si avanzan contra los derechos laborales o las organizaciones sindicales con ajustes, o con lo que sea, la CGT va a tomar medidas. De eso no hay duda. No vamos a ser destructivos. Hay que dejarlo caminar a Milei“.
Lejos de los slogans que profesan la defensa del pueblo trabajador, los líderes cegetistas acompañaron al peor gobierno de la historia con quejas microscópicas y esporádicas. Tímidamente, los síndicos reprocharon no haber recibido mayor participación y algunas “promesas incumplidas”. La alianza con Alberto Fernández comenzó a diluirse en agosto de 2022 cuando inició la gestión de Sergio Massa frente al Ministerio de Economía.
Durante julio de este año, los “gordos” de la CGT pasaron a apoyar a Massa en post de la “unidad nacional”. Mientras tanto, durante ese mes, Daer remarcó que durante el gobierno de Alberto se protegió “a los trabajadores, porque si no durante la pandemia hubiera sido un desastre”. Agregó además que “no hay una devaluación, esto es cuando te faltan dólares utilizarlos para lo que se necesita. En el medio de esto, estamos en una campaña donde irresponsablemente un sector de Juntos por el Cambio”.
Actualmente, cuatro meses después, Daer señala que “nos empezamos a preocupar por algunas cuestiones sobre los salarios y el aguinaldo. Creemos que este Gobierno tiene que cumplir los contratos con la ciudadanía. Por eso, para nosotros no hay un proyecto de país con menos trabajadores”, agregó el burócrata gremial.
“Repudiamos abandonar la obra pública. Los propios votantes deben repudiarlo. ¿Quién va a ser el camino rural, la cloaca, los hospitales o las escuelas? Cada una de las actividades reportará a la CGT sobre las situaciones y tomaremos resoluciones de conjunto”, sostuvo Daer, que en esa línea, continuó: “Quiero dejar en claro para nosotros la importancia de los medios públicos de comunicación. Son más que importantes y tendrían que ser intocables más allá de quien gobierne”.
Luego, en diálogo con la emisora estatal Radio 10, el cotitular de la CGT amplió su postura: “A unos las urnas le dieron la potestad de gobernar y a otros, de representar a un sector de la sociedad que apostó por otro camino. Estamos decididos a, bajo ningún punto de vista, aceptar la pérdida de derechos laborales y que no le paguen los salarios a la gente”