El pasado martes, durante un partido amistoso entre las selecciones de Irán y Senegal, los jugadores iraníes tomaron medidas de protesta contra el régimen de su país que asesinó a Mahsa Amini y a distintos manifestantes que reclamaban el hecho.
El seleccionado del país islámico permaneció con campera negra durante la interpretación de su himno para cubrir los símbolos del régimen, en solidaridad con la lucha que se está llevando a cabo en su país para conseguir la liberación de las verdaderas mujeres oprimidas.
Amini había sido detenida el 13 de septiembre en Teherán por la “policía de la moral” por llevar un “atuendo inadecuado”. Tres días después murió en el hospital, luego de caer en coma por una golpiza.
Esto provocó la mayor muestra de indignación en las calles de Irán desde que las autoridades reprimieron las protestas contra una subida de precios en combustibles en 2019. En los vídeos compartidos en las redes sociales se puede ver a los manifestantes coreando “mujer, vida, libertad”, mientras las mujeres queman sus velos y se cortan el pelo.
El mismo día del partido, las fuerzas de seguridad del régimen se enfrentaron a decenas de manifestantes que pedían la caída de la autoridad religiosa que gobierna el país, el partido Sociedad del Clero Combatiente de Alí Jamenei.
Por su parte, los medios estatales calificaron a los manifestantes de “hipócritas, matones y sediciosos”, mientras que la televisión nacional dijo que la policía se enfrentó a los “alborotadores” y disparó gases lacrimógenos para dispersarlos.
La estrella del seleccionado iraní, Sardar Azmoun, fue quien se mostró más crítico con los hechos. A través de una historia en su cuenta de Instagram, el delantero del Bayer Leverkusen expresó su solidaridad con los manifestantes.
“El castigo máximo será mi expulsión de la selección nacional, pero es un pequeño precio a pagar por un solo mechón de pelo de las mujeres iraníes. Siento vergüenza por lo fácil que es matar al pueblo. Vivan las mujeres iraníes”, decía la publicación que finalmente fue borrada y su perfil en dicha red social desapareció durante días.
Por otro lado, el futbolista retirado Ali Karimi, publicó de manera repetida en redes su apoyo a las protestas, señalando que ni siquiera el agua sagrada podría “limpiar esta desgracia”. “Como la gente común de mi país, no busco un puesto o cargo. Solo busco la paz, la comodidad y el bienestar de las personas”, dijo.
Por estas publicaciones, la agencia de noticias iraní Fars publicó un artículo en el que pedían su arresto, mientras que se ha sugerido que sus propiedades en Irán sean incautadas.
Asimismo, el también ex jugador Mehdi Mahdavikia acusó a las autoridades de “ignorar a las personas” mientras que Ali Daei, legendario delantero y estrella en el Mundial Francia de 1998, dijo que el régimen tendría que “resolver los problemas de los iraníes en lugar de utilizar la represión, la violencia y los arrestos”.