Claramente, la salud no es ni por asomo una prioridad para el intendente ultra k de Pilar, Federico de Achával. Tras entregarle al gobierno de la provincia de Buenos Aires el hospital maternal sin titubeos, ahora su desinterés lleva a la renuncia masiva de médicos pediatras del Hospital Pediátrico Federico Falcón.
El conflicto entre los profesionales de la salud del único hospital pediátrico de la zona y el gobierno municipal inició en diciembre del 2022, donde estos reclamaban un aumento de salarios que se ajuste a la crisis económica en la que se encuentra sumida el país y que el Gobierno intenta ignorar.
“Los salarios actuales son indignos. Salarios básicos muy bajos, con adicionales no remunerativos de ‘adorno’, que los trabajadores no los reciben durante las licencias de maternidad o vacaciones. Es como si fuera un castigo. También hay precarización laboral mediante plantel temporario”, señaló el Secretario Adjunto del AMRA Zona Norte, Marcelo Regner, en diálogo con Nota al pie.
Inicialmente, durante diciembre, los profesionales realizaron paros con mantenimiento de los servicios de emergencias. En enero, el Sindicato Médico AMRA presentó cartas documentos. En febrero, se presentaron en la dirección del hospital, solicitando dialogar con las autoridades, pero les informaron que no estaban presentes, por lo que dejaron una solicitud escrita. Nunca obtuvieron respuestas.
Finalmente, el desoimiento de De Achával a los constantes reclamos, desencadenó en la, ya advertida, renuncia masiva de los doctores. Si bien la disconformidad viene desde hace tiempo y previamente los profesionales se iban en silencio, pero ahora decidieron no callar más y hacerlo a viva voz.
La disconformidad del personal sanitario con las autoridades no solo tiene lugar en el Hospital Falcón, esta situación se replica en todos los centros de salud del municipio. Asimismo, el reclamo no es solo por los bajos salarios, sino que también por el constante destrato y lo que llaman “manoseo”, como no reconocer a los más meritorios o los repentinos traslados de los que consideraban más “desobedientes”.
Obviamente, el malestar de los trabajadores se puede sentir entre los cientos de pacientes que concurren a los centros de salud y no encuentran soluciones, ya que, al mal humor por la situación, se le agregan la falta de insumos, turnos a largo plazo, pérdida de expedientes para la asignación de prótesis, entre otros inconvenientes.
El conflicto fue tan resonante que hasta TV Pública, la señal manejada por el propio gobierno kirchnerista para el que De Achával milita fervientemente, no pudo hacer oídos sordos y le tuvo que dedicar unos minutos.