Semana complicada para el intendente de Tartagal, Mario Mimessi, quién atraviesa días de mucha furia y valium tras darse cuenta que elecciones y política no son lo mismo. Por un lado, está la aceptación popular que, guste o no, puede tener en su tierra natal donde fue electo jefe comunal, diputado, concejal y convencional constituyente.
Otra, muy distinta, es el partido, la fuerza política que esta vez no le perdonó que quiera morder la mano que le dio de comer durante muchos años, dejándolo a cargo de todo durante algunos años.
Quiera o no, Mimessi debe de aceptar que él ya no es el máximo referente del radicalismo en la provincia. Este puesto se lo llevó Miguel Nanni quién, con apoyo externo y a pesar de tener pocos adherentes que comulguen con su postura, terminó llevándose la convención radical del sábado pasado en el bolsillo y, de forma casi asegurada, su candidatura a renovar la banca que hoy ostenta en la Cámara de Diputados de la Nación.
Lo ocurrido el sábado dejó a Mimessi muy mal parado. El cacique del norte arribó con todas las intenciones de arrasar en su idea de no permitir que la Unión Cívica Radical (UCR) forme parte del armado de Juntos por el Cambio (JxC) en la provincia.
Apoyado indirectamente por el dirigente Luis Zavaleta, y con ideas similares a las del presidente del Comité Capital, Rubén “Chato” Correa, fracasaron frente a los votos obtenidos por Miguel Nanni que, aunque fue “bendecido” por el presidente del radicalismo nacional, Gerardo Morales, quién también quiere apartarse del macrismo a como dé lugar, determinaron que los correligionarios participen en JxC.
Ante esto, los seguidores de Mimessi, entre los que se encuentran funcionarios de su Gabinete comunal y dos legisladores provinciales, arremetieron con fuertes críticas carentes de fundamentos en contra del cafayateño Nanni quien, para su desgracia, tiene mucho de dónde dar que hablar. Aun así, la política esta vez le dio la derecha y será él quien decida cómo accionará el próximo 14 de agosto.
Sumado a estos problemas, que ya tienen a maltraer al alcalde norteño cuyos reales propósitos son acompañar al peronismo que lleva las riendas de la provincia desde hace varios años; está la posible denuncia que reciba en las próximas semanas por parte de la Auditoría General que detectó serias irregularidades en el Municipio del departamento San Martín.
Gustavo Ferraris, presidente del organismo de control, afirmó días atrás que entre los 10 municipios que adeudan documentación referente a la gestión, se encuentra Tartagal, cuyo intendente, Mimessi, no rindió cuentas de la plata que recauda en municipio en diversos conceptos, tal vez la obligación más importante que tienen todos los jefes comunales.
Esto, sin dudas, deja al “Gato” encerrado, o al menos acorralado, ante la posibilidad de que los poderes legislativos de la provincia pudieran avanzar en un juicio político contra él ya que la Constitución de Salta lo considera causal de mal desempeño de funciones; un delito.
Además, la AGP también puede denunciar a Mimessi por incumplimiento de deberes de funcionario. Ahora, de este modo, se entiende el interés de Mario René de acompañar en todo lo posible al oficialismo, en leyes como la suspensión de las PASO o el presupuesto, ya que lo tienen, como dirían en el barrio, “agarrado” de partes que riman con “nuevos”. Si se va del frente, pierde apoyo y podrían venirse tiempos judicial y administrativamente severos de cara al 2023.