El gran objetivo del peronismo, tras cada elección, es recuperar la ciudad de La Plata, la joya de la provincia de Buenos Aires, pero las divisiones intestinas impiden hacerlo siquiera tangible. Actualmente hay al menos 4 candidatos en pista, pero ninguno parece seducir a un electorado cada vez más esquivo.
El último experimento de los laboratorios de Calle 6 es el retorno de Julio Alak. El “Turco” tiene 16 años de experiencia como intendente y 16 sin presentarse como candidato a nada. Los jóvenes no lo conocen, los hinchas de Estudiantes de La Plata no lo quieren y pocos en el peronismo territorial lo toman en serio. “Que siga rosqueando en la Justicia”, lo invitan.

No es el único ministro con pretensiones: Victoria Tolosa Paz pretende una revancha del intento que quedó trunco en 2019. Estuvo cerca pero fue derrotada por Florencia Saintout, quien, dicho sea de paso, perdió más de una oportunidad de llegar al sillón de Calle 12. ¿Por qué ella si y yo no? Se pregunta.
El nombre de la ex decana de periodismo parece gastado pero sigue teniendo peso. Hay otros jugadores de La Cámpora, que mandó a caminar a Guillermo Cara. Ahí orbita también el diputado provincial Ariel Archanco. Va de suyo que la organización ultrakirchnerista impulsará un candidato propio hasta último momento. ¿Podrá imponerlo? Suele hacerlo.

A Gastón Castagneto, hijo del titular de AFIP y presidente del partido Kolina en la provincia de Buenos Aires, también hay que ubicarlo en la columna de candidatos. Al frente del SAE en la Provincia, ostenta 4 años de gestión como concejal y tiene el aval del kirchnerismo.
Entre los rezagos del bruerismo se mantiene con vida Guillermo Escudero, construyendo con sectores independientes. El concejal y ex diputado provincial tiene el apoyo de Oscar Vaudagna, de una parte de ATE y del movimiento Oktubres de Gastón Harispe. Su armado es modesto pero está entre los candidatos mejor instalados y con mayor trabajo territorial.

Hay un pelotón de “otros” candidatos que aspiran con chances todavía menores. Puede anotarse ahí al ex juez Luis Arias, a la funcionaria de ANSeS Paula Lambertini y a alguno que otro más. Todo esto sin contar que el Frente Renovador también tiene a sus jugadores: el histórico José Arteaga, Facundo Albini y Juan Malpeli.
A ninguno le alcanza, por ahora, para moverle la aguja a Julio Garro, que trabaja para cerrar “La Grieta” dentro de su propio espacio. Las peleas entre las tribus de Juntos y las diferencias internas del PRO son la luz que alumbra la esperanza del peronismo para este 2023, porque mucho más que eso no hay.