Ya pasaron varias semanas del cierre de listas, pero la tensión en el espacio anteriormente denominado Frente de Todos no afloja. Aunque no hay una confesión pública, es cierto que la militancia no quedó del todo contenta con algunos candidatos en distintos puntos de la provincia, pero tampoco a nivel nacional, donde deberán convencerlos para que voten a Sergio Massa.
Cabe recordar que Cristina Fernández de Kirchner había bendecido a Eduardo “Wado” de Pedro para que encabece la fórmula que, según cuentan las malas lenguas, no contó con el aval de Alberto Fernández (que además de ser el Presidente, es el titular del Partido Justicialista), por lo que hubo que renegociar los nombres para llegar a un acuerdo.

Esas charlas incluyeron, lógicamente, fuertes discusiones, pero finalmente Unión por la Patria confirmó su binomio compuesto por Massa y Agustín Rossi. El sector más ultra K no quedó conforme, pero como las estructuras mandan, seguramente muchos de los que están alineados en algún espacio cumplirán las órdenes orgánicamente y acompañarán la campaña.
Sin embargo, existe también el militante de a pie que no se referencia específicamente en ninguna agrupación, y es ese sector el que el oficialismo está buscando actualmente. La experiencia de 2021 dejó en claro que cuando sus propios votantes están ofuscados y no los logran convencer, se encaminan a una derrota como la que se llevó Victoria Tolosa Paz.

Previendo esta situación, en UxP están elaborando un plan que intente pegar a Massa con Axel Kicillof. El gobernador de la provincia de Buenos Aires es uno de los pocos que pueden retener el voto kirchnerista por ley transitiva y, además, cuenta con una imagen positiva aceptable que buscarán que también sea endosable al candidato a presidente.
Para que eso suceda, en los últimos días comenzaron una serie de recorridas por distintos distritos bonaerenses, buscando afianzarse en el peso territorial de los intendentes y así fortalecer la campaña. Kicillof se puede dar ese lujo, ya que logró sortear la interna y en las PASO no deberá enfrentarse a ningún contrincante de su propio espacio, por lo que tiene más aire para poder maniobrar.

Hubo un tiempo en el que incluso se barajó la posibilidad de desdoblar los comicios para que la Provincia no fuera pegada a la Nación. Naturalmente, esa probabilidad quedó en el olvido y ahora la estrategia es que haya un empuje desde abajo hacia arriba para apuntalar lo que pueda suceder en el resto de la Argentina y evitar una derrota.
Está claro que por la cantidad de habitantes (sobre todo en el Conurbano) Buenos Aires es el distrito más importante en términos electorales. Por lo tanto, si el oficialismo logra equilibrar la balanza y traspasar esos votos que tiene Kicillof para que también vayan hacia Massa con la boleta completa, se reducen las posibilidades de perder.

Es por ello que la figura del gobernador cobra una centralidad muy relevante para los comicios no solamente de agosto próximo, sino sobre todo en las generales de octubre. Para ello, serán fundamentales las Primera y la Tercera Sección, no solamente para que Axel pueda renovar su mandato, sino también para empujar hacia la Nación en los anhelos de un triunfo.
Para que esto suceda, desde Unión por la Patria consideran primordial mostrar unidad hacia afuera y que cada uno de los que integran las listas son importantes. Por eso, además de Massa y de Kicillof, también aparecerán en las distintas actividades la propia Cristina, Fe Pedro y hasta Máximo Kirchner (estos 2 últimos, como candidatos al Congreso).

Vistas así las cosas, pareciera que el oficialismo comenzó a desplegar la estrategia en la que apuntan a que haya un empuje desde abajo hacia arriba; sobre todo porque a nivel nacional son pocos los logros de gestión que hay para mostrar.