Este año y el pasado estuvo caracterizado por dos dificultades de igual calibre: la pandemia y la cuarentena. La primera, está relacionada a un virus y la segunda a cómo el Gobierno lo controla. En este contexto de encierro a ultranza, los delirios de la casta política son cosa cotidiana.
Unas de las tantas víctimas de este sistema represivo son aquellas personas que abrieron un bar o un local gastronómico. Trabajadores del sector gastronómico de Palermo (representados por un trabajador anónimo) se contactaron desesperados con Data24.com.ar.
El pequeño inversor contó a este portal que abrió sus puertas en plena cuarentena del 2020. “Desde el primer día, millones de policías y controles. Era, es, una odisea trabajar. Recuerdo que el primer día que abrí cayó un comando especializado de la policía, creo que eran del cuerpo de Investigación. Imaginate, eso hace quedar mal al local, porque la gente que está acá comiendo, no sé, piensa que sos un traficante porque te hacen tremendo operativo”, señaló y agregó que “lo grave fue cuando me pidieron coimas para poder trabajar. Esto lo hizo el personal de Agencia Gubernamental de Control”.
“No solamente no han podido laburar y recuperar sus inversiones, sino que se dan el gusto de clausurar descaradamente para pedir coima o pagas clausuras y pagar multa para su levantamiento”, agregó.
El organismo, perteneciente al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, “habilita y fiscaliza los locales comerciales de la Ciudad. Controla las obras en construcción y la higiene alimentaria en establecimientos y vía pública”, según se define desde su página web.
Según comentó el dueño del local, los agentes le habrían pedido una coima de $200 mil, “esa platita era la seña, digamos, para que ellos se hagan los boludos”. Además, explicó que ya le cerraron el local unas 10 veces, y lo amenazaron con multas de aproximadamente $500 mil.
“Cuando me tiraron semejante coima los saqué a patadas, eso me trajo conflictos con los inspectores y por eso también me caen tantas veces”. Incluso, como dato de color, dijo a Data24.com.ar el término que utilizan los inspectores para referirse a estos episodios represivos: “Romper” es “clausurar”.
La pregunta es, además de los diferentes curros internos del Gobierno de Larreta, ¿para qué mas se usa el dinero de las coimas? Palermo es un barrio reconocido por la actividad gastronómica… son incontables los bares, restaurantes y establecimientos de ese tipo. En este sentido, son millones de pesos los recaudados en coimas pagados por los desesperados trabajadores.
Llama la atención que Ricardo López Murphy (el caballito de batalla de Larreta) no haya salido a repudiar estos hechos lamentables que sufre una área del sector privado porteño.