El estudio socioeconómico, que contó con la participación de 3 mil encuestados mayores de 16 años, giró en torno a la evaluación de las gestiones del Gobierno nacional y provincial y a la figura de los principales referentes nacionales camino a las elecciones del 2023.
Asimismo, a la hora de opinar sobre la gestión de Alberto Fernández, el 45,4 por ciento de los bonaerenses la calificó de negativa y un 27,5 regular. Dicha valoración creció con el correr de los meses: en abril de 2022 tenía una imagen negativa del 41,2 y ahora sumó más de 4 puntos.



La calificación negativa tuvo más quórum en las clases acomodadas: así lo reflejaron el 55,8 por ciento de los encuestados pertenecientes a la clase media. Territorialmente, el Presidente tiene menos aceptación en el interior bonaerense, donde su imagen negativa ronda los 53 puntos.
En el caso de Axel Kicillof, los encuestados fueron poco amables: un 40,5 por ciento calificó su gestión de negativa y un 20,3 de regular. Según lo indicado por Aresco, el gobernador encuentra poca aceptación en las franjas etarias menores de 50 años, también de un 44,9 en los adultos mayores.



Al igual que su par de Nación, encuentra más rechazo en las clases medias y altas. El 46,5 por ciento de la clase media calificó su imagen de negativa, mientras que el 52,1 aquellos que se sitúan en las más altas. La mayor parte de su imagen negativa se concentra en el interior bonaerense, con un 45,7.
Por otra parte, ante todo lo referido, queda en claro que las encuestas privadas siguen dejando expuesta la caída de imagen positiva desde el Frente de Todos (FdT). Lo cual pone en riesgo una potencial releección de Kicillof en la provincia de Buenos Aires.