El Frente de Todos (FdT) es un hervidero en el Municipio de General Pueyrredón (MGP), a causa de las grandes internas que suscitan entre el peronismo ortodoxo y aquellos kirchneristas más duros que no permiten filtros. La Cámpora (LC) convirtió la sede del Partido Justicialista (PJ) en un local propio.
Ahora bien, el ingreso de Eduardo Cóppola como presidente del espacio en Mar del Plata, le abrió las puertas de forma plena a todo el arco kirchnerista. Aquel mismo que es conducido por la titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), Fernanda Raverta, y que tiene una imagen bastante negativa en el seno del peronismo.
Desde el ala del albertismo, la figura del director de Correo Argentino, Rodolfo “Manino” Iriart, es vista como la principal oposición para hacerle frente al kirchnerismo en la ciudad. Ahora bien, está más que claro que la puja de poderes es inmensa para diseñar una estratégica PASO local.
Si uno profundiza las cosas, es propicio dejar en claro que hay un antes y después en el Frente de Todos marplatense, desde el famoso Congreso del PJ. En dónde “se cocinó” el 70 por ciento de lo que será la estructura de camino al próximo 2023, con peleas que casi llegaron a las manos.
A su vez, uno no puede ignorar el ingreso del ex senador bonaerense Lucas Fiorini al círculo del kirchnerismo, luego de haberse paseado notoriamente por las filas del macrismo y el massismo imperante. ¿Y el puesto en el Banco Provincia que tanto le prometieron?
Son varios los puntos que se objetan al FdT marplatense, en su manía de seguir separando a la coalición entre “viudas” y “casadas”, una vieja interna local que data desde principios del 2020.
Por otra parte, las elecciones en el partido pejotista, también catapultó el hecho de cómo se ha dado todo el cambio de 180 grados, con banderas que rememoran a Montoneros y facciones de ultraizquierda en el local del PJ. ¿Lo ganaron o tomaron definitivamente al sitio?
Claro está que el PJ se ha convertido en un fuego difícil de apagar, más aún con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina y un armado que se encuentra frío aún. ¿Esta vez se dejará de lado el bajar las listas “a dedo”?