Desde la isla sometida, el padre José Conrado Rodríguez es una de las voces más críticas de la dictadura castrista. El eclesiástico es considerado “un peligro” por el Gobierno cubano: Desde 1994, cuando escribió una carta a Fidel Castro responsabilizándolo por la situación de su patria, el párroco combate al régimen.
Recientemente, envió una carta abierta al sumo pontífice de la Iglesia Católica, Jorge Bergoglio, reprochando su silencio ante las dictaduras de izquierda: “Sabemos bien que cuando la Santa Sede no defiende explícita y firmemente a las víctimas, los gobiernos totalitarios se sienten con las manos libres para obrar a su antojo, en contra de sus víctimas”.
“Le confieso que cada vez se me fue haciendo más difícil afirmar sinceramente que ‘el papa muchas veces me sorprende, pero nunca me defrauda’. Me resultó bastante simpático que usted mantuviera una distancia ‘seria’ con el presidente Trump, en aquel momento el hombre más poderoso de la tierra. Pero se me hizo muy difícil observar las sonrisas demasiado explícitas con los dictadores de izquierda: Maduro, Ortega, Evo Morales, y algunos más”, subrayó.
Rodríguez Alegre hizo referencia a una epístola que en 2018 dirigiera al máximo representante de la Iglesia Católica, donde le indicó que comprende “que usted vivió la traumática experiencia de las dictaduras de derechas”.
Pero admitió que, por esa misma razón, le resultó paradójico el silencio del Vaticano cuando, a raíz de la visita que en 2015 hiciera Francisco a Cuba, “se les impidiera a los disidentes saludar al Papa en la Nunciatura de la Habana, como estaba previsto. Y al día siguiente se repitió la situación en la Catedral habanera: la Santa Sede guardó silencio y no hizo una protesta formal y pública ante el comportamiento del Gobierno cubano, cuando menos descortés con el papa y abusivo con los disidentes y opositores a quienes el papa quería saludar, aunque fuera brevemente”.
“Los acontecimientos recientes en la hermana nación de Nicaragua, con el encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez y un grupo de sus colaboradores más cercanos, sacerdotes y laicos, en Matagalpa, han vuelto a poner sobre el tapete el tema del silencio frente a los abusos de las dictaduras de izquierda. El encarcelamiento en ese país de los principales candidatos opositores a la presidencia, el acoso brutal de toda la disidencia política y social y la declarada persecución religiosa desatada por el dictador Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo son sumamente preocupantes. Me viene a la memoria aquella tonada chilena de tiempos de Pinochet: ‘Díganle al papa que vive en Roma, cómo le matan a sus palomas'”.
El sacerdote cubano recordó al papa las declaraciones que hizo en julio pasado, a raíz del primer aniversario de las históricas protestas del 11J en Cuba, y en las que reconoció tener “una relación humana” con Raúl Castro.
Sobre ello, Rodríguez Alegre sentenció: “Santo Padre, los cubanos sentimos vergüenza ajena por usted. Cómo es posible que el papa callara frente a una represión brutal contra ciudadanos pacíficos que gritaban ‘Patria y Vida’ y que expresaban su enorme anhelo de libertad y de justicia frente a un Gobierno que lleva 63 años en el poder conculcando derechos y aplastando a todo un pueblo”.
“Con tristeza le trasmito lo que me dijo un joven y excelente sacerdote: ‘a veces el Papa me suena más como un ideólogo que como un profeta o un pastor’“, citó.
José Conrado recordó además que, durante esa jornada, Miguel Díaz-Canel llamó a sus seguidores desde la televisión a ejercer la violencia contra quienes se manifestaban pacíficamente. “Santidad, si queremos tener un norte claro ante los problemas de este mundo, debemos optar por los más pobres, por los más débiles, por los oprimidos. No se deje engatusar y engañar por los grandes de este mundo. Su lugar no está entre ellos, sino al lado del pueblo. Su lógica es la de Jesucristo: despojado de todo rango y categoría, para servir desde la pequeñez y la pobreza. Hay que defender a las ovejas: en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela, en China. Siempre con los oprimidos, nunca con los opresores: ‘no se puede servir a dos señores'”, finalizó.
*Con información de DDC (Diario de Cuba)