Pedro Mezzapelle, titular honorario de la obra social y el Sindicato de Empleados Mercantiles, continúa muy ligado al gremialismo desde antaño. Su avanzada edad pareciera dejarlo a un costado, sin embargo está más vigente que nunca con sus mañas.
Hombre muy cercano al radicalismo, tiene como pata principal suya al legislador provincial Maximiliano Abad. Durante la campaña del año 2019, se mostró muy cercano y llegó a lanzarle flores con declaraciones a falta de memoria, según se entendía.
Fuentes oficiales indican que Mezapelle, en su gestión delante de Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles, “se robó todo y no dejó un mango”. Por lo que afirmarían la presencia de una cueva repleta de dicha riqueza, en la zona de 25 de Mayo y Salta, donde era la ubicación de su casa.
Desde Data24, nos encargamos de investigar en profundo la situación actual de dichos negociados. Ahora bien, se pudo confirmar que OSESAC tiene un peón de batalla consigo como lo es la actual subsecretaria general Graciela Colaizzo, quien acompaña en fórmula al titular Guillermo Bianchi de la agrupación Unidad Mercantil.
A su vez, se han mantenido algunos nombres propios, pero con la delicadeza de movilizarlos hacia otros puestos. Asimismo, con la idea de no perturbar algunas cuestiones y que queden ventiladas. Sin ir más lejos, se encuentra el ejemplo de Roger Zumpano, quien ocupaba en el sindicato la Secretaría de Prensa, para actualmente ser removido hacia la Secretaría de Previsión.
Mezzapelle poco pudo desorganizarse de todo, ya que hasta le han mostrado cariño en las redes sociales tras su “retiro” momentáneo. Ese mismo el cual se le habría ido de las manos con algunas mujeres, las cuales lo acusaron por diversos medios ante la posibilidad de acoso sexual.
El zorro pierde el pelo, pero no las mañas
En 2018, el histórico dirigente sindical mercantil Armando Cavalieri fue imputado por defraudación por administración fraudulenta debido a supuestas maniobras irregulares, en el marco de la causa de la financiera Cordubensis (CBI). En la misma causa, resultó culpable Mezzapelle, también fueron autores del delito los dirigentes Carlos Alfredo Bélz, Daniel Andrés Ruberto, José Luis Oberto y Carlos Alberto Restivo, aunque ninguno fue detenido.
Según la descripción de los hechos formulada por el fiscal federal Enrique Senestrari, el grupo de directivos, ideó una maniobra para defraudar a la entidad. Estos contaron con la asistencia de empresas creadas por terceros no identificados para actuar como prestadores de salud (Fundapresa) y funcionar como intermediarios en el sistema de salud. En principio, la obra social habría pagado a supuestos prestadores por prácticas que no se habrían brindado.
Los directivos, según la acusación, libraron cheques “no a la orden” o “no negociable” de las cuentas corrientes en la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación para “pagar un lucro indebido”. Si bien se sostiene que el importe de la presunta defraudación no está especificado, se indica más adelante que entre septiembre de 2010 y agosto de 2012 esa suma superó los 53 millones de pesos.