El jefe comunal sufre embestidas dictatoriales de Provincia y Nación por solamente ser parte de la oposición desde Juntos en “La Feliz”.
El intendente marplatense Guillermo Montenegro inició su mandato en diciembre del año 2019 y lo cumpliría en el mismo mes pero del 2023. Se supondría. Ahora bien, su gestión ha estado repleta de trabas, controversias y hasta algunos enfrentamiento acérrimos contra La Cámpora, y en este caso se puede afirmar que la historia continúa.
En el marco del cierre del período de inscripción para el sorteo de lotes del Procrear 2, volvió a quedar en evidencia el aplastamiento estatal y las directivas dictatoriales del Frente de Todos (FdT) contra los Municipios de color “amarillo”. El titular de la Secretaría de Desarrollo Territorial del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, Luciano Scatolini, apuntó directamente al Gobierno municipal: “Le dejamos el desafío al intendente Guillermo Montenegro, necesitamos el acompañamiento local para coordinar y generar más terrenos y loteos en Mar del Plata”.
Por otro lado, Montenegro dejó en claro que Provincia no manda suficientes herramientas como para cubrir las necesidades de Mar del Plata y Batán. “Para cualquier cuestión que mejore la calidad de vida de los marplatenses me van a encontrar empujando con el Gobierno nacional, con el provincial, o incluso buscando financiación de créditos internacionales”, comentó el jefe comunal en declaraciones a la prensa.
“Tengo una obligación y una responsabilidad que tiene que ver con mejorar la calidad de vida de mis vecinos, y obviamente que me van a encontrar ayudando”, agregó. Pero enseguida aclaró que también se va a oponer a lo que entienda que “pueda llegar a afectar” a la ciudad.
“El diálogo es permanente. Me gustaría que sea mucho más. No el diálogo, sino lo concreto, que tiene que ver con las obras, con facilitar los trámites, con ver cuestiones y necesidades de infraestructura de toda la ciudad que mejoren la generación de empleo marplatense”, concluyó el intendente.
