*Por Luis Gasulla y Federico Teijeiro
En Rodolfo López 4393, en Quilmes Oeste, a menos de 100 metros del contaminado arroyo Las Piedras, Cecilia Fernández, hija de la concejal Patricia Iribarne, se sorprende ante la cámara de La Cornisa pero admite que allí funcionan media docena de cooperativas que registró su familia.
Patricia Noemí Iribarne es concejal del Frente de Todos de Quilmes y la referente del Movimiento Evita en el distrito. Ambas junto con Jorgelina Fernández, su otra hija, figuran como responsables de las cooperativas La Chinita, La Montonera, La Guevarita, El Emporio Limitada, Pocho Lepratti y la cooperativa de trabajo Julio Roqué.
El 14 de mayo de 2021, la Cooperativa de Trabajo Julio Roque Limitada firmó un convenio por nueve meses con el gobierno de Axel Kicillof para limpiar arroyos de la zona. Recibieron $ 12.272.873,53. Ese convenio forma parte de la denuncia que recibió el juez federal de Quilmes Luis Armella por “asociación ilícita, falsificación de instrumento público, estafa, malversación de fondos, enriquecimiento ilícito” y quedarse con una parte del dinero de los planes sociales para los afiliados al Movimiento Evita que representa.
Pero Iribarne no es una excepción. El año pasado La Cornisa también encontró tres cooperativas funcionando en un mismo domicilio en el que habían ingresado en sólo 12 meses más de 432 millones de pesos. Allí funcionaban las oficinas de Juan Grabois de la CTEP.
Pérsico y Grabois son los grandes ganadores en el reparto clientelar que manejan las cooperativas. Los dirigentes sociales son los punteros del siglo XXI. A los beneficiarios los obligan a militar por “la causa”, existe un pacto no escrito de silencio, la oferta es absoluta y pocos se animan a denunciar que los líderes se quedan con parte del plan social.
Las tareas de barrido, limpieza, saneamiento de arroyos, entre otras, los municipios las tercerizan en cooperativas que explotan a sus trabajadores. En el 2011, tras explotar el escándalo Schoklender, el Movimiento Evita continuó las paralizadas obras de Sueños Compartidos. Sus trabajadores pedían a gritos el regreso de los hermanos Schoklender. Al menos, cobraban un sueldo fijo a fin de mes con la promesa de una vivienda propia. Pérsico no les dio la ilusión ni de una cosa ni la otra.
La confección de las planillas de los trabajadores seleccionados de los barrios más marginales es tarea de los dirigentes sociales como también lo es la recaudación ilegal que se concentra en manos derechas mamados de “obediencia debida” y adiestrados para no cuestionar la voz del amo. Un capitalismo feudal o un regreso a tiempos previos a la revolución industrial anida en el seno de las agrupaciones que nacieron con dignos fines pero que se fueron prostituyendo con el correr de los años. El kirchnerismo hizo el resto. Los nutrió de más recursos a cambio de copar calles, actos, gritos, barras y aprietes a los opositores en los barrios populares o en Plaza de Mayo.
El manejo de las pequeñas obras públicas del conurbano bonaerense a manos de las “cooperativas” es la gran caja de recaudación de la política partidaria en tiempos de falso albertismo. Garantizan actos políticos, respaldo a los líderes y la famosa “musculatura” que le queda al Presidente Testigo.
El día que no estén los Fernández, quedarán los Grabois y los Pérsico.
Todo un desafío para los que vengan.
El mecanismo lo explicó en La Cornisa su denunciante, María de los Ángeles Georgeff que era la mano derecha de la concejal denunciada en el manejo de las cooperativas del Movimiento Evita.
Los convenios fueron firmados por las cooperativas de Iribarne con la provincia de Buenos Aires durante la pandemia.
Consultada por La Cornisa, Iribarne se negó a hablar de la denuncia pues “está en la justicia” pero reconoció que las cooperativas existen en un mismo domicilio en el que su propia hija fue presentada como la responsable por los cooperativas presentes ante la requisitoria periodística. Ante la pregunta de Luis Gasulla sobre si era incompatible manejar cooperativas que reciben fondos públicos mientras es concejal, Iribarne no supo qué contestar.
*Fuente: Periodismo y Punto