Cuando el viento pintaba favorecer al oficialismo provincial, producto del yerro de la oposición tratando de “boludos” a los vecinos de Chaco mediante un acta de infracción similar a las de la ciudad de Resistencia, el Gobierno no tuvo mejor idea que utilizar la fuerza para evitar una manifestación de médicos y se auto incendió.
La movilización de médicos residentes de nosocomios provinciales por mejoras laborales y salariales tuvo una extensión de dos jornadas, con sentada frente a Casa de Gobierno de manera pacífica incluida. Pero el Frente de Todos (FdT) no supo manejar la situación y se le fue de las manos.
Marchaba todo dentro de los parámetros, hasta que las autoridades policiales intentaron evitar que la sentada de los profesionales se lleve adelante en la cinta asfáltica del “piqueterodromo” (Marcelo Torcuato de Alvear y Bartolomé Mitre).
Allí todo se desvirtuó, porque los residentes acataron la medida de abandonar la calle, para continuar con la protesta pacífica sobre la vereda de Casa de las Culturas, pero la Policía no estuvo de acuerdo, utilizó el “autobomba” para arrojar agua y encendió la polémica con toda la ciudadanía, que se solidarizó por lo sucedido con profesionales que reclamaban algo justo según entendían.
Sucede que cada uno de los vecinos de la provincia se disgustaron con el accionar de la gestión de Jorge Capitanich, porque no se procede de la misma manera cuando las habituales organizaciones sociales se hacen presentes en el microcentro y extorsionan con la interrupción del tránsito. Es más, metros más adelante sobre Marcelo Torcuato de Alvear, en el mismo momento que se comenzaba a arrojar agua a los profesionales, movimientos piqueteros cortaban el tránsito frente al Correo Argentino y nadie los notificaba de nada.
De esta manera, y sin haberle podido sacar el rédito político que le podría haber provocado el furcio de la oposición con los “Acta por boludos”, le dio un motivo para que los legisladores y referentes de Juntos por el Cambio (JxC) intenten copar los medios para machacarles el ataque a los trabajadores de nosocomios, apelando al “antes aplaudían y ahora los reprimen”.
Como si esto fuera poco, el Gobierno provincial intentando mostrarse rápido de reflejos, pero sólo mediáticamente, no dejó pasar muchas horas para regar los grupos de WhatsApp de prensa con el comunicado de “acuerdo salarial y laboral”, confirmando incrementos en las sumas fijas y en el refrigerio que perciben las y los profesionales, desde el mes de noviembre.
Para colmo, y además de apuntarlos por la “represión”, la oposición no la tiró a la tribuna y reconoció ser autora del “Acta por boludos”, que si bien no deja de sorprender e indignar por el maltrato al vecino, en la figura del precandidato a gobernador Juan Carlos Polini asume la responsabilidad y suma aristas para apuntarle a un oficialismo que quiere tapar el sol con un dedo y se termina paspando en el intento.