Tras la victoria en las PASO de Javier Milei, y la oleada opositora creciendo en las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde el kirchnerismo se ha comenzado a gestionar una forma de lograr impunidad de las figuras importantes. La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, habría realizado un viaje a Europa con la idea de buscar el pronto exilio de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos Máximo Kirchner y Florencia Kirchner.
Un informe reservado que da vuelta en algunos despachos del Palacio San Martin, sostiene que la hermana del difunto presidente Néstor Kirchner no está de vacaciones en Europa, sino que viajó para tramitar lo que se da a llamar como la Operación Viena.
El plan de máxima es lograr que CFK obtenga una autorización judicial para salir del país con el pretexto de ser invitada a participar en encuentros con organizaciones de izquierda europeas. Es solo una excusa, la verdadera finalidad sería la de pedir asilo en Viena, autodenominándose ser un perseguida política en la Argentina.
Los Kirchner tienen una propiedad en un barrio de alta alcurnia en Viena, una especie de Recoleta, justamente donde no viven (allí) ninguno de los líderes de la izquierda europea. Aunque Néstor es de ascendencia austríaca, dicho país no tiene tratado de extradición con la Argentina y eso favorecería la iniciativa de radicarse allí alegando ser una perseguida política.
No cerraba que Alicia se fuera de vacaciones justo a esas tierras y ahora con esta versión el asunto empieza a cobrar forma. Con la ofensiva de Julio De Vido y familia contra su ex jefa, apoyado ahora por Aníbal Fernández y Guillermo Moreno (ambos indicaron “que no se haga la pelotuda”), CFK no tiene más apoyo que un grupo de militantes numeroso pero sin capacidad de apoyarla en caso que vaya presa.
Pero también hay un plan de mínima. Si los jueces no la autorizan a salir del país, la gestión de Alicia tiene éxito y Viena accede a darle el rol de asilada política, Cristina, Máximo y Florencia podrían ingresar de improviso en la Embajada de Austria en Buenos Aires y quedarse allí esperando poder salir en auto diplomático hacia Ezeiza sabiendo que todo movimiento que haga de esa forma hace imposible ser detenida, porque todo territorio diplomático austríaco en Buenos Aires es intocable para la Justicia local.
Algo así como lo que ocurrió con Juan Manuel Abal Medina (padre) cuando en el Proceso de Reorganización Nacional se alojó en la Embajada de México, recibió la condición de asilado político hasta que años después viajó al país azteca donde reside desde entonces.
Esa maniobra de asilarse en la Embajada sería la última instancia de Cristina y sus hijos para eludir el cadalso judicial que le espera. Ahora toma forma el sentido del viaje de Alicia Kirchner en el peor momento de su familia. Solo resta saber si Austria la consideraría una asilada política, una perseguida y le abre las puertas en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la calle French al 3600.