Un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INdEC) advirtió que casi la mitad de la población no accede a uno de los servicios básicos fundamentales. Durante el primer semestre del año, más del 30 por ciento de los hogares en los grandes centros urbanos no tiene gas de red y más del 25 no posee cloacas. En comparación con 2021, el balance sigue reflejando una situación crítica.
De acuerdo al último informe sobre indicadores de condiciones de vida, se mantuvieron los problemas en torno al acceso de los hogares a los servicios de suministro de agua corriente, gas a través de redes públicas, y a las redes de desagües cloacales. En números, el 10,4 por ciento de los hogares no contaba con acceso a la red de agua corriente; el 30,8 a la red de gas natural y el 26 a la red de cloacas.
De esta manera, el 55,7 por ciento de los hogares, que abarca al 49,8 de las personas, accede a los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural antes mencionados. A contramano, el 44,3 de los hogares, en los que habita el 50,2 de las personas, no accede a al menos uno de los servicios considerados.
Cabe señalar que la Encuesta Permanente de Hogares que informa el organismo estadístico, realiza sus cálculos sobre una base de casi 30 millones de personas, distribuidas en 31 centros urbanos. Si se extienden las estimaciones a la población total, surge que alrededor de 22 mil personas no acceden a, mínimamente, uno de los servicios básicos mencionados.
En frías cifras, hubo resultados dispares: en el segundo semestre del 2021, el 48,6 por ciento de las personas no accedía a, por lo menos, uno de los servicios considerados (subió 1,6 puntos en el primer semestre de 2022). Sin embargo, hubo disparidad respecto a la evolución durante la primera parte de este año. En detalle, hubo una variación positiva de 0,6 puntos para el acceso al agua de red, pero fue negativa en 0,2 para las cloacas y de 1,1 en cuanto al acceso de gas en red.
El acceso al gas de red presenta una cobertura de 64,1 por ciento en la población total. En las personas que se ubican sobre la línea de pobreza ese valor asciende a 74,3. Por otra parte, las personas pobres no indigentes acceden en un 47,7 y las personas pobres indigentes en un 40,4.