

En los últimos 10 años, sólo 5 provincias no perdieron empleo privado (Neuquén, Chaco, Corrientes, Tucumán y Santiago del Estero) y en 3 el nivel de empleo privado se estancó, Río Negro, Jujuy y Misiones.
En los últimos 3 años se perdieron 446.000 empleos, exactamente la mitad de ellos, 223.000, en 2020. En ese período, el empleo privado formal disminuyó 7,6% en todo el país, pero hubo provincias que duplicaron la caída.
Los economistas Marcelo Capello y Azul Chiancarini precisan que desde la el inició de la cuarentena y hasta diciembre pasado, sólo dos provincias lograron evitaron la caída del empleo privado formal: Tierra del Fuego (aumentó 7,8%) y San Luis (0,7%). Mientras que la pérdida fue del 2,2% y las caídas más importantes fueron en las provincias de Neuquén (9,1%), Jujuy (6,7 %) y Salta (6,1 %).



Otro informe, de la consultora Ecolatina, asegura que en 2020 la actividad cayó 10%, siendo el peor retroceso desde 2002. Los empleos de mayor calidad fueron los que más se perdieron (202.000 empleos, una caída de 3,4%), mientras que entre monotributistas y autónomos la pérdida fue de 40.000 puestos. A su vez, entre los sectores productores de bienes, la pérdida de trabajo fue de 1% en la construcción, pero del 5% promedio en el resto de las ramas de actividad.
Por otro lado, la contratación del sector público aumentó exponencialmente en los tres niveles de gobierno, con 19.000 empleos nuevos en total.



El gráfico muestra la evolución del empleo privado formal, que actualmente es inferior al de 2015 y prácticamente igual al de 2014.


