06 diciembre, 2024

Acciones argentinas cayeron hasta 35% y el riesgo país explotó a más de 3.500 puntos

El índice bursátil S&P Merval cayó un 9,7%, a 25.697,51 unidades...
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No solo no hay reacción en los mercados del mundo, sino que el pánico por los efectos del coronavirus se acrecienta día a día, llevando a los precios de los activos a mínimos insospechados, a pesar a la fuerte inyección de liquidez dispuesta por la Fed y distintos bancos centrales.

Atrapados a este contexto, las acciones y los bonos soberanos argentinos se desplomaron hasta 35% en otro lunes negro, al tiempo que el riesgo país llegó a superar los 3.500 puntos básicos, como respuesta a los temores sobre el impacto en la economía global que tendrá la pandemia que golpea al planeta.

Con bajas generalizadas de dos dígitos, el índice bursátil S&P Merval cayó un 9,7%, a 25.697,51 unidades, luego de marcar un valor mínimo intradiario de 25.400,37 unidades. Las acciones del Grupo Financiero Galicia lideraron los retrocesos, con una pérdida del 17,8%. Al podio rojo se subieron Comercial del Plata (-13,8%); e YPF (-12,7%).

Debido a las fuertes caídas de los últimos días y a que las acciones locales se encuentran cotizando a precios irrisorios, varias empresas anunciaron un programa de recompra de acciones: tal es el caso de TGS ($2.500 millones); BYMA ($100 millones); Valores ($100 millones); y Pampa Energía ($50 millones). En un contexto en donde las inversiones se encuentran paralizadas, las compañías que tienen liquidez optan por recomprar acciones para mantener el precio de los papeles.

En Wall Street, por su parte, las acciones argentinas sufrieron peores derrumbes, en algunos casos, superiores al 30%: Corporación América se hundió un 35%; Galicia, un 22,5%; Banco Macro, un 18,6%; Supervielle, 16%; e YPF, un 15,1%. La petrolera argentina tocó un nuevo piso histórico de u$s3,82, para acumular en lo que va del marzo un derrumbe del 52,2% (en el año pierde 70,3%).

La Reserva Federal de Estados Unidos redujo el domingo sus tasas de interés, por segunda vez en menos de dos semanas, a casi cero y otros bancos centrales siguieron su ejemplo, pero las acciones estadounidenses no reaccionaron y sufrieron su mayor caída diaria desde el lunes negro de 1987.

Es que la sorpresiva baja de los tipos de interés de la Fed provocó miedo a una posible recesión profunda por la pandemia de coronavirus. Según los datos iniciales de cierre, el Promedio Industrial Dow Jones cayó 2.997,1 puntos, o un 12,93%, a 20.188,52 unidades, mientras que el S&P 500 perdió 324,89 puntos, o un 11,98%, a 2.386,13 unidades. El Nasdaq Composite cayó 970,28 puntos, o un 12,32%, a 6.904,59 unidades. Estos índices ya acumulan en el año caídas del 29%. Y lo que es peor: el mercado americano ya perdió todo lo que había ganado desde que Donald Trump asumió como presidente.

“Los bancos centrales están aprendiendo de las crisis previas. Esto no es una crisis financiera, es una crisis económica y tratan de evitar que sea una crisis financiera, inyectando liquidez a más no poder, bajando las tasas de interés. Esos son colchones que van a funcionar, pero no es la receta mágica, van a tener efecto a lo largo de las próximas semanas o meses”, comentó a Ámbito Financiero, Diego Martínez Burzaco, economista de Inversor Global.

Diego Martínez Burzaco

Además no hay que perder de vista de que el mercado americano se encontraba en una tendencia alcista desde el 2009, tras la crisis subprime. Si bien pueden esperarse rebotes gracias a trading de corto plazo, el panorama a corto y mediano plazo no es nada alentador y se espera un bear market por un tiempo. “Pronosticar un freno en la caída del mercado es muy difícil porque estamos en modo pánico. La única manera de que todo se revierta será a partir de algún dato positivo en torno al avance de la pandemia o sobre la expectativa de alguna vacuna que sea exitosa”, sostuvo el economista de Inversor Global.

Si bien los porcentajes de caída son prácticamente similares entre Wall Street (-12,9%) y la bolsa porteña (-9,7%), los operadores remarcan las diferencias objetivas en la tendencia de uno y otro. “Por un lado, la economía de la Argentina pasa por uno de los peores momentos de su historia. Por otro, los precios en Wall Street vienen con apreciables ganancias desde hace 10 años, aproximadamente. En cambio, las cotizaciones argentinas están por el subsuelo. Este es el panorama. Solo queda seguir esperando que todo cambie”, comentó un trader del mercado local. Un dato no tan negativo fue que pese a la fuerte caída, el índice local fue el segundo mejor de la región solamente superado por el mercado peruano (-4,6%).

Con relación a la economía real, afloran mayores distancias entre EEUU y nuestro país. “Argentina está en una situación de mayor debilidad relativa. Tenemos poco margen para hacer política fiscal contra cíclica, de manera tal, de que cuando todo esto pase la economía recupere más violentamente, como sí están haciendo otros países desarrollados y no desarrollados”, analizó Martínez Burzaco, al tiempo que advirtió que “todo este tumulto le agrega más incertidumbre al proceso de reestructuración de la deuda, por ende, los activos financieros de Argentina, desde mi punto de vista, están reflejando eso”.

BONOS Y RIESGO PAÍS

El riesgo país de Argentina, medido por el banco JP.Morgan, voló 403 unidades (13,5%) a 3.467 puntos básicos (en la rueda superó los 3.500 puntos), niveles no registrados desde junio de 2005. El referencial cerró 2019 en un valor de 1.770 puntos.

Fue producto de que los bonos soberanos cayeron hasta 14%, donde se destacó la merma registrada en las emisiones dolarizadas a más largo plazo. Así, las paridades que volvieron a tocar mínimos de entre 30% y 32%. Para tener como referencia, éstas se ubicaban dentro de la zona de 52% y 50% a comienzos del 2020. Los inversores no dejan de sorprenderse de precios cada vez más bajos para los bonos argentinos.

“La consecuencia de paridades muy bajas es la presencia de los fondos buitre, de los cuales sabemos que ya están muy atentos para comprar bonos argentinos en caso de que los precios sigan cayendo”, alertaron desde Portfolio.

Sin poder cumplir con los tiempos pactados de antemano, el Gobierno aún no presentó la oferta final a los bonistas y pareciera que las expectativas sobre ésta marca la tendencia del mercado local. “Poco se conoce sobre las negociaciones, tanto con el FMI como con acreedores privados, y no es posible todavía trazar una línea clara de los próximos pasos del Gobierno, donde no se espera que se presente una propuesta a los bonistas antes de las primeras semanas de abril”, creen en el mercado. Hay que tener en cuenta que si bien hay pagos antes de que eventualmente se acepte la propuesta, el Gobierno goza de 30 días luego de incumplir con un pago de intereses, antes de que se declare el default.

Entre las últimas novedades, este lunes se conoció la solicitud del Ministerio de Economía a la SEC para la realización de la oferta publica en el mercado americano de un primer tramo de la deuda bajo ley extranjera, por unos u$s30.500 millones. Se trata de una instancia previa al período de difusión pública de la oferta que, de haberse cumplido con el cronograma, se debía concretar esta semana.

Por último, en lo que refiere a la deuda en pesos, las bajas fueron mucho más moderadas, de entre 1% y 2%, con el foco que permanece sobre los próximos vencimientos y la estrategia del Gobierno de renovación de los mismos.

*Fuente: Ámbito Financiero – Juan Pablo Marino


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El riesgo país de Argentina registra mínimos históricos impulsado por la confianza en la gestión económica

El riesgo país, indicador clave que mide el costo adicional de la deuda local en comparación con los bonos del Tesoro de Estados Unidos, alcanzó un nuevo mínimo en la gestión del presidente Javier Milei. Según los datos más recientes, se situó en 720 puntos básicos, el nivel más bajo desde el 1 de marzo de 2019, cuando se ubicó en 718 puntos. Este descenso refleja un giro positivo en la percepción de los mercados hacia la economía argentina y un fortalecimiento en la confianza internacional.

El indicador, elaborado por JP Morgan, experimentó una reducción del 62% en lo que va de 2024. Solo en noviembre, el riesgo país disminuyó un 26,8%, lo que refuerza la tendencia alcista que mostraron los bonos soberanos argentinos en dólares. Estos activos registraron un aumento promedio del 78% en el año y un repunte de hasta 17% solo en el último mes, contribuyendo significativamente a la compresión del riesgo país.

La recuperación de los bonos soberanos, con títulos como el AL29 y AL30 rindiendo entre 13% y 13,8% anual —frente al 60% cuando Milei asumió la presidencia—, fueron clave en este proceso. Los bonos de mayor duración, como el AL35 y el AL41, también mostraron una notable mejora, con rendimientos que oscilan entre 10,8% y 11,9% anual.

El contexto internacional también fue sido favorable. Durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, el presidente Milei se reunió con Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), para avanzar en las negociaciones sobre nuevos desembolsos. Este diálogo renovó la expectativa de un refuerzo financiero para Argentina, impulsando la confianza de los inversores.

Adicionalmente, el mercado valoró positivamente la desaceleración inflacionaria. La inflación mayorista se ubicó en 1,2%, un dato que confirma la tendencia descendente de los precios. Esto, combinado con la estrategia de reducción del gasto público y el ajuste gradual del tipo de cambio, generó optimismo tanto en los mercados como entre los ciudadanos.

La recuperación económica no solo se percibe en los mercados financieros. El superávit fiscal, logrado durante diez meses consecutivos, y la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central —que cerró noviembre con un saldo positivo de USD 1.271 millones— fortalecen la capacidad del país para cumplir con sus compromisos de deuda.

La posibilidad de reducir el ajuste mensual del tipo de cambio del actual 2% a un 1% en los próximos meses es otra señal del progreso económico. Según Max Capital, este avance se debe a la combinación de políticas monetarias consistentes y un mejor control de los precios de bienes transables y no transables.

La notable reducción del riesgo país posiciona a la gestión de Javier Milei como un modelo de estabilidad en una región donde países como Venezuela (20.226 puntos), Bolivia (1.942 puntos) y Ecuador (1.322 puntos) enfrentan escenarios mucho más adversos.

Los resultados de estas políticas no solo generan entusiasmo en los mercados, sino que también brindan un alivio tangible a los argentinos, quienes comienzan a vislumbrar señales concretas de recuperación económica. La apuesta por la confianza internacional y la implementación de reformas profundas parecen estar sentando las bases para un crecimiento sostenido.

“El mercado está reflejando los frutos de un liderazgo económico comprometido con la estabilidad y el desarrollo” comentaron analistas del sector.

De mantenerse esta tendencia, Argentina podría perforar próximamente el piso de los 700 puntos básicos, consolidando un hito histórico en su camino hacia la estabilidad financiera y económica.

Redacción

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JP Morgan anticipa un crecimiento económico del 4,4% para Argentina en 2025 y una inflación del 25% interanual

En un informe que rápidamente ganó notoriedad tras ser compartido por Elon Musk y el ministro de Economía Luis Caputo, JP Morgan proyectó un panorama optimista para la economía argentina en 2025. Según el análisis del banco estadounidense, el país alcanzará un crecimiento del 4,4% del PBI, mientras que la inflación, que viene mostrando una tendencia sostenida a la baja, cerrará en un 25% interanual.

El informe destacó como un hito fundamental la eliminación del déficit fiscal, lo que impulsó una reducción significativa de la inflación y sentó las bases para la recuperación económica. Según JP Morgan, “el déficit fiscal esencialmente ha desaparecido”, lo que permitió una mejora en el balance del Banco Central, aunque las reservas siguen en terreno negativo. Además, la demanda real de dinero y el crédito en moneda local muestran un crecimiento sostenido.

– El posteo de Musk

El documento ganó relevancia internacional cuando Elon Musk lo compartió en la red social X, atribuyendo a la economía argentina un crecimiento anualizado del 8,5% en el tercer trimestre de 2024. No obstante, JP Morgan aclaró que esa cifra corresponde únicamente a la tasa anualizada de dicho trimestre, mientras que su proyección general para 2025 es más moderada. Por su parte, Luis Caputo, ministro de Economía, también destacó el informe como una validación de las políticas económicas implementadas bajo su gestión.

A pesar del optimismo, el informe no escatimó en señalar áreas críticas que el país deberá abordar. Entre ellas, la dinámica de la deuda en pesos, cuyos intereses no capitalizados representan el 0,9% del PBI, y la limitada capacidad para continuar reduciendo el gasto público. En este sentido, JP Morgan advirtió que el cambio hacia una estrategia fiscal basada en mayor recaudación será clave para consolidar los avances.

Por otro lado, aunque el banco prevé la eliminación del “dólar blend” para exportadores en el primer trimestre de 2025, estima que los controles macro-prudenciales se mantendrán en ciertas áreas. Esto incluye restricciones para la cuenta de servicios y la de capitales, debido a la sensibilidad del tipo de cambio y a dividendos aún atrapados en la economía.

JP Morgan destacó como “muy prometedor” el dinamismo de la economía argentina hacia finales de 2024, con indicadores de alta frecuencia que apuntan a una expansión sostenida en el cuarto trimestre y el año próximo. También proyecta un superávit comercial de 6.500 millones de dólares en 2025, impulsado principalmente por una balanza energética positiva estimada en 7.000 millones.

El informe concluye que, aunque persisten desafíos significativos, las medidas recientes han sentado las bases para un crecimiento más sostenible. La consolidación fiscal, el aumento en los depósitos en dólares y la creciente intermediación bancaria fortalecen la economía local, alejándola de la tan debatida dolarización que dominó la campaña electoral.

Redacción

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La inflación perforó el piso del 3%: en octubre fue del 2,7%

Este número de 2,7% de inflación para octubre es un indicador muy positivo para la economía argentina. Si miramos la inflación en alimentos y bebidas, la variable que afecta a los más pobres e indigentes, la inflación fue de apenas 1,2%. El ítem con mayor aumento porcentual en este mes fue el de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles con un 5,4%.

La desaceleración sostenida del aumento de los precios viene siendo una constante a lo largo del año gracias a la política monetaria implementada por el presidente Milei. Si comparamos con el mismo mes del año anterior, la inflación en octubre de 2023 fue de 8,3%, en un contexto de cada vez más subas de precios por la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

La baja de la inflación genera un alivio en las familias argentinas que con la estabilización de los precios van recuperando el poder adquisitivo para poder adquirir bienes y servicios. Además esta noticia impacta en el sector privado, motor de la economía argentina, que cada vez puede crecer más y tener mayor previsibilidad y estabilidad a futuro.

Por su parte, el índice de salarios, por sexto mes consecutivo le ganó al índice de inflación. En esta ocasión la variación fue de un 4,7%, 2 puntos porcentuales por encima del índice inflacionario. La variable que más creció fue la de los salarios informales (la actividad en negro), cuyo aumento fue del 10,4%. Esto representa mayores salarios con una inflación a la baja, por lo tanto, se espera que los índices de pobreza e indigencia caigan gracias a estas medidas llevadas a cabo por el gobierno.

Luego de la publicación del número de inflación, el presidente Milei afirmó en su cuenta de X: “Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%. VLLC !!!”. De bajarse la devaluación mensual al 1%, el Gobierno lograría para fines del primer trimestre de 2025 tener las condiciones dadas para liberar el cepo y el mercado cambiario, medida que generaría un gran crecimiento económico para el país.

Redacción

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