Una nena de 3 años desapareció el martes 12 de abril y un día después la Policía Nacional la encontró y detuvo al presunto culpable, Juan Antonio Enríquez García, un taxista de 48 años. La secuencia, fue captada por una cámara de seguridad, donde se aprecia como García sube a la nena en el asiento de copiloto de un auto celeste.
Los exámenes que se le practicaron en el Instituto de Medicina Legal (IML), confirmaron que la nena había sido víctima de abuso sexual. “Quiero que el violador se muera, que lo maten adentro, porque no tuvo piedad con mi hija, no tuvo piedad, es un daño enorme que le ha hecho”, dijo el padre en medio del dolor.

“Sin lugar a dudas, por los hechos, evidencias y flagrancias, no hay ninguna duda de que lo que corresponde aquí es una cadena perpetua para este monstruo, que ha atentado contra la integridad de un ser humano tan vulnerable y sensible como esta menor”, señaló el ministro de Justicia, Félix Chero.
El aberrante hecho provocó la indignación y revolución de miles de ciudadanos que salieron a las calles a pedir justicia. El sábado, el propio presidente de Perú, Pedro Castillo, propuso sin vueltas la castración química para los violadores.

En un comunicado de la Presidencia peruana, Castillo aseguró que “los crímenes de violencia sexual contra niños y niñas no serán tolerados por este Gobierno, ni quedarán impunes”. Asimismo, pidió “políticas públicas más severas” y agregó que “la castración química es una opción, no podemos esperar más”.
“No podemos seguir tolerando estos violentos hechos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de indefensos”, sentenció.
