El índice fue publicado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), y corresponde al mes de marzo de 2021. El relevamiento de la entidad mide la presencia del Estado en a producción agrícola sobre cultivos específicos (soja, maíz, trigo y girasol).
Los resultados son indignantes, el Estado le quita al campo más de la mitad de lo producido: 62,6%. Este valor quedó 3,4 puntos porcentuales por encima de la anterior medición, desarrollada en diciembre de 2020.

Tal cual puede verse en la imagen de arriba, la medición puede dividirse en dos: el hurto del Estado sobre la producción por cultivo y por provincias. La semilla más incautada es el trigo (70,9%) y los productores entrerrianos son los más perseguidos por la casta política (65,3%).
David Miazzo, economista jefe de FADA, explica que esta subida se desencadena tras los “aumentos de impuestos fijos municipales y provinciales; suba de costos en pesos y en dólares de labores y fletes; incrementos de precios de fertilizantes; baja del precio disponible del trigo; y reducción de los rindes estimados por efecto de la sequía”.