
Mark Zuckerberg y Jack Dorsey “fueron invitados” por la Justicia estadounidense a testificar ante el Comité del Senado del Subcomité judicial sobre crimen y terrorismo en la audiencia titulada “Plataforma digital e injerencia electoral”, ya que desde Facebook y Twitter han cancelado la distribución de un artículo del New York Post que criticaba a Joe Biden, es decir, que abusaron de su posición de poder para proteger y favorecer al candidato demócrata durante la campaña electoral.
Tal decisión, presuntamente, tomada por el dueño de Facebook y Twitter han provocado una polémica sobre como las redes sociales utilizan la verificación de datos como excusa para la censura y aplican respectivamente sus reglas de moderación de violencia en línea de acuerdo con sus intereses y beneficios personales.
NEW — U.S. Senator Josh Hawley has formally requested @Twitter CEO Jack Dorsey and @Facebook CEO Mark Zuckerberg to appear before the Senate Judiciary Subcommittee on Crime and Terrorism in a coming hearing titled "Digital Platforms and Election Interference.” pic.twitter.com/VlXBo17bX0
— Senator Hawley Press Office (@SenHawleyPress) October 15, 2020
El 14 del corriente mes, The New York Post público un correo electrónico en el que Vadym Pozharski (número tres de la empresa Burisma), le envió a Hunter Biden en abril del 2015 (hijo del entonces vicepresidente de Estados Unidos), en el que decía: “Querido Hunter, gracias por invitarme a Washington DC y darme la oportunidad de conocer a tu padre y pasar algún tiempo con él. Es realmente un honor y un placer”. Este email, esencialmente, desmiente la negativa del actual candidato demócrata, quien ha negado un encuentro con Pozharski, como así también el papel de su hijo en la gestión.
“Parece que Facebook y Twitter han decidido asumir la posición que durante tanto tiempo han evitado” Cristina Tardáguila, experta en verificación de datos y directora asociada de Fact-Checking Network y fundadora de Agencia Lupa

Ambas redes sociales insisten en que son neutrales y cualquier contenido puede circular en ellas, pero en la vida real esto no es así. Por ejemplo, no está autorizado la celebración del nazismo, la exhibición de cuerpos desmembrados, vídeos de animales matando a otros animales para alimentarse, por ejemplo.
En cuanto a la red social Facebook, posee una política de contenidos llamada “Normas de implementación”, un documento cambiante al que sólo pocos empleados pueden acceder y que se ofrece a los usuarios en una versión más suave como “Normas de la comunidad”.

Resulta altamente peligroso y debería encender las alarmas tanto de los líderes mundiales como de todos los ciudadanos, que personas como Dorsey y Zuckerberg se piensen árbitros de la verdad y decidan que noticias deben ser divulgadas y cuáles no.
“Es probable que las restricciones también alimenten la idea de que los medios de comunicación social discriminan a los conservadores” The New Yorker

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sufrido reiteradamente la censura por parte de Facebook y Twitter en sus cuentas oficiales. Senadores republicanos como Lindsey Graham y Ted Cruz han pedido que se cite a declarar en Capitol Hill a los ejecutivos de ambas redes, sobre lo que han descrito como “censura en las redes sociales”.
Hace meses que las redes sociales eliminan los informes que critican a los demócratas, y la censura de los correos electrónicos de Hunter que relacionan a su padre con sus negocios en Ucrania, es un claro ejemplo de ello. En este momento cabe preguntarse, ¿Cómo ambas redes sociales aplican sus reglas y quién se beneficia de ello?

“Hasta ahora, los empleados de Facebook y Twitter dieron más del 90% de sus contribuciones políticas a los demócratas para el ciclo 2020” Fox News
Twitter paralizó las publicaciones con el enlace al artículo sobre la computadora de Hunter Biden y los e-mails vinculados a la empresa ucraniana Burisma, mientras que Facebook restringió su circulación. Sohrab Ahmari (editor del Post), acusó a las plataformas de haber impedido que los lectores pudieran “juzgar por si mismos” y de haber demostrado “cuánto poder irresponsable ejercen estos monopolios tecnológicos”, al punto que “nuestra libertad de expresión hoy vive o muere en estas plataformas” que se rigen según “los caprichos de los multimillonarios de Sillicon Valley”.
